Un grito tras la cortina: la gran joya del terror psicológico


    Psicosis, Alfred Hitchcock (1960)


Muy buenas a todos. Bienvenidos, una semana más, a esta maravillosa sección sobre cine. Una vez más, nos adentraremos en los recónditos recovecos de la que es considerada una de las mejores producciones cinematográficas de toda la industria: el chin, chin, chin, de nuestro amigo Alfredo Enganche Miembro Viril (por no decir esa palabra que empieza por p y termina por olla de cocina).

Como bien dice la introducción, estoy hablando de la película de Psicosis. Sí, esa tan famosa del cuchillo, la ducha y el chin, chin, chin. Sin embargo, siguiendo el patrón establecido en la anteriores entradas, vamos a dar un poco la brasa con su misterioso creador: Alfred Hitchcock (hitch en inglés es enganche y cock....en fin).


Breve exploración del director

Alfred Joseph Hitchcock (fig. 1) nació en Londre en el año 1899 y murió en Los Ángeles en 1980. Es considerado por la gran mayoría de críticos e historiadores como el padre del suspense, pionero absoluto en muchas de las técnicas narrativas y estéticas que caracterizan al thriller y el suspense. Es considerado, a su vez, el mejor director que Inglaterra haya tenido en su historia.

    Figura 1. Alfred Hitchcock, el rey del thriller. Imagen extraída de la web Wikipedia. Puedes obtener más información en la misma web.


Como todo el mundo que ame el cine sabe, Hitchcock se inició en la industria como director hace muchísimo tiempo, cuando el mismo cine estaba aún dando sus primeros pasos, en el año 1925. Tras una década, aproximadamente, aprendiendo a manejar el lenguaje cinematográfico, Hitchcok dio el gran salto al cine sonoro en su país, convirtiéndose en el gran pionero del sonoro inglés, pues su mítica cinta Blackmail (Chantaje, 1929) fue la primera película sonora de Inglaterra. Más tarde, en los años 40, el gran director se marchó a Hollywood para seguir desarrollándose profesionalmente. Allí sería donde nacerían sus más grandes películas, entre las que se cuenta la cinta que vamos a descubrir hoy.

El contexto histórico y social en que se creó Psicosis es clave para entender su impacto. Resulta que, a finales de los años 50, Estados Unidos vivía una época de aparente estabilidad tras la Segunda Guerra Mundial. El año 1960 fue una época de descanso tras la guerra; la gente vivía la era del consumo, el desarollo de la familia tradicional y el triunfo de los valores conservadores, todo ello potenciado y acompañado por el auge de la televisión. Durante la década de los 50, este medio reemplazó a la radio como medio de entretenimiento dominante, pasando de estar en unos pocos miles de hogares en 1945 a más de 45 millones en 1960. Sin embargo, bajo esa fachada de progreso y paz, se escondían las tensiones y movimientos geopolíticos que caracterizaron a la Guerra Fría: el miedo a la destrucción nuclear, el posicionamiento y formación de bandos por todo el planeta...el mundo estaba al filo de la navaja.

En este ambiente de inseguridad e histeria, Hitchcock emergió en el panorama cinematográfico norteamericano para captar la tensión de la sociedad de su época y ambientarla no en castillos o cementerios, sino en un motel común de la carretera. De esta manera, el miedo dejaba de ser algo sobrenatural y pasaba a habitar dentro del ser humano corriente. Psicosis refleja, por tanto, las contradicciones de su tiempo: la represión moral, la doble vida de algunas personas y la fragilidad de las leyes morales y éticas por las que se debería regir el ser humano. La película escandalizó a la gente y a los órganos censores. En fin, vamos a ver qué ocurre con esta película.


Análisis fílmico de la película

Esta película fue estrenada en el año 1960 y es considerada una de las mejores películas del género de suspense y terror. El film fue producido y dirigido por Alfred Hitchcock. Roto el hielo, vayamos por partes, como decía Jack el Destripador antes de abrir a sus víctimas en canal y sacarles todas las tripas goteantes de sangre (no me he tomado la medicación, excusez-moi).

En primer lugar, hay que preguntarse: ¿por qué Hitchcock decidió rodar su película en blanco y negro? la respuesta, mi joven y estúpido padawan, es bien curiosa. Y es multifactorial. Resulta que Hitchcock quería hacer la película con el menor presupuesto posible, menos de un millón de dólares, y filmarla en b/n era la opción más económica posible, lo cual le vino de perlas a la cinta (fig. 2). También te digo: normal que Hitchcock quisiera recortar por donde pudiera, porque, lo creas o no, ¡puso de su bolsillo parte del dinero! Por su parte, la empresa productora de la película, Paramount, no tenía especial apego por el proyecto, lo que obligó a Hitchcock a reducir los costos al máximo para evitar correr riesgos innecesarios. Además, tenemos el asunto de la sangre. Y es que, para escapar a la censura y la prohibición de la película, el director usó sirope de chocolate en la escena de la ducha para simular la sangre. De todas manera, la sangre ya se veía oscura en el blanco y negro de la pantalla, pero puede que usar un color directamente negro cumpliera unos propósitos artísticos además de los relacionados con la censura. Ahí tenéis el por qué esta es una película tan buena: con muy poco, Hitchcock hacía mucho.

    Figura 2. Gracias al característico blanco y negro de la película, podemos disfrutar de numerosos planos y escenas con unos juegos de luces y sombras espectaculares. Imagen extraída de la web del periódico El País. Puedes obtener más información en la misma web.


Vamos con más detalles y curiosidades que hacen que Psicosis destaque por encima de muchas buenas películas. De entre las varias curiosidades que tenemos en nuestro haber, no podemos dejar pasar la oportunidad de comentar el brillante marketing que el director llevó a cabo. Sucedió así: la producción de la película se efectuó en el más absoluto secreto. Hitchcock prohibió que se distribuyeran pases previos; pidió a los cines (fig. 3) que no dejaran entrar a nadie una vez empezada la película (¡control ultra visionario de posibles spoilers!) y no permitió que los actores (o cualquier miembro del rodaje) concedieran entrevistas externas. Todo esto estaba siendo preparado y diseñado para proteger el impactante plot twist final. Y sabe Dios que lo logró. Este detalle en concreto lo podemos leer en la reseña efectuada en la web The Film Nook Set. Muy interesante.

    Figura 3. Cartel a la entrada de las prohibiendo el acceso de cualquier espectador a la proyección de la película una vez iniciada. Imagen extraída de la web Caitlin Duffy. Puedes obtener más información en la misma web


Además, hasta aquel momento, el cine había acostumbrado al público a ver que el protagonista (el que nos parece el bueno de la peli) saliera ganando, no le ocurriera nada malo y todos contentos. Lo que pasa es que llegó Hitchcock y dijo ''hola peña, he venido a tocaros las narices un poco, ojito conmigo''. Y, en un abrir y cerrar de ojos, tenemos a la protagonista (Marion) criando malvas en la primera media hora de película, al más puro estilo Juego de Tronos (fig. 4).

    Figura 4. Hitchcock fue revolucionario al matar a su personaje principal al principio de la historia. Imagen extraída de la web The Take. Puedes obtener más información en la misma web


Quizás debiéramos decir que JdT copió esta fórmula y no al revés...en fin, que tenemos un gran tortazo en toda la cara de los happy flower que iban al cine entonces. ¡Venga ya, no me digáis que no es revolucionaria! Se trata de una película que rompía los esquemas desde el principio, y esto es algo que solo Alfred se atrevió a hacer en aquel tiempo. ¡Esto es cine en estado puro!

Tras los aspectos formales y alguna que otra curiosidad, tenemos a los personajes. ¡Qué pedazo de personajes por Dios bendito! El personaje de Anthony Perkins, el joven Norman Bates, es uno de los mejores construidos en toda la historia del cine. Esa vulnerabilidad, ese titubeo al tratar con una mujer, ese sudor frío y mirada vidriosa al hablar de su madre...todos esos elementos no se habrían explotado de la misma manera si el actor hubiera sido otro. Y es que con Perkins, Bates es un villano excelente, atormentado y polifacético. Por su parte, Janet Leight encaja como un guante en su misteriosa y contenida Marion Crane. Cabe añadir que, solo con el inteligente juego de miradas, los personajes consiguen transmitir todo lo necesario sin tener que decirlo con palabras; a este efecto, tan solo necesitamos mencionar la inquietante última cena de Marion con su enigmático anfitrión (fig. 5). Osea, no me jod...fastidies, la mirada de enfermo de Norman Bates es una mirada cristalina como el agua: te está anunciando que algo anda tramando su cerebro desviado. Impagable.

    Figura 5. La cena de Marion y Norman es uno de los momentos más tensos y reveladores de la película. A esta clásica secuencia de plano-contraplano hay que añadir el poderoso simbolismo que el mobiliario esconde detrás. Imagen extraída de la web NoFilmSchool. Puedes obtener más información en la misma web


O cómo olvidar la tensa escena de persecución y diálogo entre el policía y Marion (fig. 6). Piel de gallina. Y es que resulta sumamente inquietante, sobre todo porque un policía se supone que es el bueno, ¿no? Se supone que un policía es alguien de fiar...alguien que está para velar por la seguridad del ciudadano, no para infundirle un miedo infundado.

    Figura 6. La más que tensa escena de persecución y diálogo entre el policía, en la que vemos ''convertido'' en villano al supuesto guardián de la ley y el orden, mientras deseamos que Marion le de esquinazo. Imagen extraída de la web NoFilmSchool. Puedes obtener más información en la misma web.


Tenemos otros momentazos imperdibles que muestran a las claras cómo trabajaba el gran maestro del suspense: cuando Marion se larga con la pasta, a pesar de haber cometido un delito flagrante, la seguimos viendo como la buena, la que merece salir victoriosa, con la que empatizamos e incluso deseamos que consiga escapar con el dinero y pueda montarse una buena vida con su novio el mazado. Bien, pues cuando Marion se larga en coche, los gestos, las miradas, su propio diálogo interior, sus pensamientos, su conciencia...sublime. Y más sublime aún cuando el mismísimo jefe del banco la encuentra en ese paso de cebra diabólico (fig. 7).

    Figura 7. Se nos caen los testículos al suelo, metafóricamente hablando, cuando vemos la tremenda pillada del jefe a Marion. Fácilmente, el momento más incómodo de toda la película. Imagen extraída de la web NoFilmSchool. Puedes obtener más información en la misma web.


A Alfred Hithcock le importaban un comino los códigos de censura. ¿Porqué? pues porque podía, porque sí y porque era la moda. Ahora en serio, al tío le costaba poner freno a sus atrevimientos porque, por encima de todo, defendía la libertad creativa del director frente a la censura imperante. Es por ello que inventaba mil y una formas para expresar aquello que quería de la forma más ''legal'' posible. Por ejemplo, Psicosis es una película atrevida, casi tanto como tú cuando te declaraste a ella y te llovieron unas ricas calabazas. ''F'' por ti, amigo. Esta es una película que casi parece que se esté mofando de la censura, y eso ya es decir mucho: te jugabas el estreno de tu producción; aquella en la que habías invertido cientos de miles de dólares; solo tenías una oportunidad. Hitchcock salió a ganar, y ganó. ¡Vaya si ganó! Nada más iniciar la historia, vemos una escena que insinúa un acontecimiento sexual, algo muy raro de ver en la época, por no decir casi imposible (fig. 8).

    Figura 8. Efectivamente, una de las más conocidas y aclamadas películas de terror empieza con una amorosa escena post-sexo entre dos personajes que mantienen un romance.
Imagen extraída de la web NoFilmSchool. Puedes obtener más información en la misma web.


Más adelante, tenemos una escena de violencia casi explícita, que fue la gran bomba que lanzó la película al estrellato y a su director, a una galaxia muy lejana (fig. 9).

    Figura 9. La escena de la ducha es, por mucho, la más catártica y violenta escena de la película, además de todo un icono cultural. Imagen extraída de la web Leonard Maltin. Puedes obtener más información en la misma web.


Hablando de romper esquemas, ¿a que no adivináis quién es el verdadero protagonista de la película?...¡exacto! siempre volvemos al enigmático y genial Norman Bates. El gran protagonista de la película es el personaje interpretado por Anthony Perkins. A ver, que alguien me responda lo siguiente: ¿en qué maldita película el villano es tan rematadamente bueno que, a pesar de cargarse a la protagonista femenina, nos ponemos de su parte e incluso deseamos que salga airoso en su cometido? por que, vamos a ver, Norman es un villano con una profundidad y construido de una manera tan inteligente que, al menos durante gran parte de la cinta, su carisma nos hace empatizar sobremanera con él: entendemos su inocencia, su soledad, sus nervios a la hora de entablar conversación con una mujer...en definitiva, nos despierta compasión y pena. Nos sentimos mal por quien, en el fondo, es un psicópata disocidado de la realidad, bipolar y enfermo mental que asesina en más de una ocasión. Y ya os adelanto que, para que el espectador termine cayendo en las redes tan bien tejidas de esta araña, que es Norman Bates, el personaje debe estar creado de una forma perfecta. La historia que propone Psicosis se mueve en torno al villano, el que debería morir, y se va moviendo a su alrededor hasta que terminamos sintiendo cierta simpatía por el villano y por su tremenda preocupación de ''ocultarle'' el secreto a su madre. 
 
Para finalizar, no me podía olvidar de uno de mis aspectos favoritos: la música. En realidad, me centraría, sobre todo, en los sonidos. Hay momentos en que una repetición musical de unos pocos segundos es suficiente para ponernos nerviosos. Suelen ser sonidos estridentes, que desentonan con la melodía que debería estar sonando y no suenan. Estos sonidos, combinados con el inteligente uso de los encuadres y diferentes planos, contribuyen a crear una atmósfera claustrofóbica, angustiosa, inquietante y, al fin y al cabo, terrorífica. Como ejemplos bien claros de sonidos y encuadres tendríamos la escena de la ducha (fig. 10), en la cual predominan el frenético intercambio de sonidos chirriantes, planos cortos y la temática particular que se desarrolla en la escena.

    Figura 10. La master class en edición y encuadre de Hitchcock no tiene parangón. Imagen extraída de la web Press Play Redux. Puedes obtener más información en la misma web.


Por otra parte, no podemos dejar pasar la oportunidad de detallar la escena de la muerte del detective Milton Arbogast. ¡Oh, por Dios! no me digáis que no os moló esa parte. ¡Menudo despliegue de genialidad en la construcción de atmósferas! El detective, contratado por el novio y la hermana de Marion (Sam y Lila) para encontrar a la desaparecida, recorre los pasos dados por Marion desde que sale de la oficina con el dinero hasta que, al igual que Marion, Arbogast se encuentra desviándose hacia la derecha en la autopista, hacia el Motel Bates. El detective se va acercando poco a poco mientras suena una musiquita súper angustiosa de fondo. Muy tétrico el ambiente. Da más mal rollo porque, aunque no lo sabes aún, te hueles un poco cómo va a terminar todo y, sin embargo, inconscientemente deseas que el detective encuentre a Norman y le de una somanta de palos por lo que le hizo a la pobre Marion (y lo sabes). Ahora sí, llegamos a la mítica escena de las escaleras...¡uf la escena de las escaleras interiores, uffff! ese travelling en primer plano captando la tensión del detective (fig. 11), sorprendido del silencio que hay en la casa y al no encontrar a Norman. Impecable.

    Figura 11. La lenta y agónica subida de escaleras de Arbogast, que lo va acercando inexorablemente a su muerte. Imagen extraída del canal de YouTube Fear: The Home of Horror. Puedes acceder al video en concreto a través de este enlace.


Impresionante cómo va subiendo el personaje: con calma, totalmente alerta, como una presa que siente ese cosquilleo que le advierte de que está siendo vigilada, preparada para salir corriendo al menor signo de movimiento. Y el instinto del detective no lo engañaba (fig. 12).

    Figura 12. Algo se mueve entre las sombras sin ser visto, mientras Arbogast sube las escaleras. Imagen extraída del canal de YouTube Fear: The Home of Horror. Puedes acceder al video en concreto a través de este enlace.


¡Madre mía cuando se abre la puerta! en ese momento tú, como espectador, sabes quién hay tras la puerta, pero solo tú lo sabes. Y claro, como se trata de una maldita película, por mucho que lo intentes, no vas a poder avisar al detective de que corre un grave peligro. El pobre Arbogast va a su bola, feliz, subiendo las escaleritas de la muerte. Y, desafortunadamente, todo concluye justo como tu instinto te decía. Hasta se me acelera el pulso al escribir estas palabras, con solo imaginármelo, de verdad te lo digo.

Finalmente, tras tantas idas y venidas, tras conversaciones con mensajes ocultos, amenazas veladas, asesinatos y allanamientos de morada, llegamos al explosivo final, que no hace sino terminar de rebosar un vaso que ha ido llenándose durante toda la historia: asistimos al descubrimiento de la verdadera identidad que gobierna la mente quebrada de Norman. Su madre; siempre fue su madre (fig. 13). En vida gobernó el cuerpo y la mente de su hijo. En la muerte, se introdujo en su cuerpo y lo hizo suyo.

    Figura 13. La madre de Norman ''tomó posesión'' de su hijo y lo llevó a cometer los más ignominiosos crímenes. Imagen extraída de la web Horror Movies Blog. Puedes obtener más información en la misma web.


Como nos revela el doctor Richmond al final de la película:

Él nunca fue del todo Norman. Pero a menudo era enteramente su madre

       Figura 14. El final de Psicosis no podría ser más redondo. La madre se saldrá con la suya y culparán al hijo, por eso quien sonríe en esta imagen no es Norman. Es su madre. Imagen extraída de la web Science Fiction & Fantasy. Puedes obtener más información en la misma web.


Y nada, yo creo que hemos tocado todos los palos: breve introducción al director, curiosidades, detalles que la evelan al Olimpo de las películas, algunas de sus mejores escenas...yo creo que, a día de hoy, 10 de noviembre de 2025 (fecha de revisión de entrada), no hay nada más relevante que comentar. Por tanto, os dejo la bibliografía imprescindible para profundizar en el universo Hitchcock y nada, como dice mi queridísimo Alejandro G. Calvo en su fantástica obra Una película para cada año de tu vida (2023):

Nacemos, vivimos, morimos y...¡vemos cine!



Webgrafía
  • Sobre las páginas web que he utilizado ya he ido dejando sus respectivos enlaces en los pies de foto o durante la narración de los hechos; me da una pereza tremenda ir de uno en uno citando cada web en esta sección, por lo que las fuentes las tenéis, aunque no estén citadas como Dios manda, cosa que me la viene a sudar un poco. Hala, hasta luego.

Bibliografía
  • Calvo, A. G. (2023). Una película para cada año de tu vida. Ediciones Temas de Hoy.
  • Spoto, D. (1993). The Dark Side of Genius: The Life of Alfred Hitchcock. Little, Brown US.
  • Spoto, D. (1992). Alfred Hitchcock: Fifty Years of His Films. Fourth State.
  • Castro de Paz, J. L. (2012). Alfred Hitchcock. Editorial Cátedra.
  • Truffaut, F. (2010). El cine según Hitchcock. Alianza Editorial.
  • Duncan, P. (2021). Alfred Hitchcock. The Complete Films. TASCHEN.

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