Sertorio contra la República



 
Imagen extraída de: https://www.ecured.cu/Quinto_Sertorio


Buenos domingos tengáis todos y todas, mis valientes amigos, y mis siempre fieles discípulos del arte. No hace falta que os recuerde que estamos aquí para formar un ejército del arte y conquistar el mundo, pero no se lo digáis a nadie, será nuestro gran secreto. Hoy seguimos, una semana más, aquí, con la maravillosa Antigua Roma.

Esta vez, toca hablar de un tipo muy singular, que desafió a todo el maldito mundo y quiso cargarse todo lo que pilló por delante. Os hablo, nada más y nada menos, que de Quinto Sertorio. Nació en el 122 a.C. en Nursia (un pueblito de Italia). Era sobrino del gran Cayo Mario, sí, el que reformó el ejército, el chetado militar. Total, que Sertorio destacó por sus servicios en Numidia (África) y en batallas contra los cimbrios (germanos) y teutones (también germanos, aunque de otra tribu). Al final, se convierte en tribuno en el 97 a.C. y es enviado a Hispania, donde se tira 4 años bajo el mando del pretor Tito Didio. Sertorio vivía en Italia, y lo mandan a Hispania a sofocar revueltas. Pero me da que no va a sofocar nada. Mientras estaba en Cástulo (Linares, Jaén), masacran a toda su compañía de soldados, y solo Sertorio y algunos más escapan, se reagrupan y contratacan, reventando a los nativos que se habían atrevido. Para ello, se camuflaron vistiéndose de nativos, y entran en Cástulo, la principal ciudad rebelde. Gracias a esta acción, Sertorio ganó la Corona Gramínea, la máxima condecoración militar, otorgada durante la República a los generales que más se lo curraban, o bueno, que salvaban a su propio ejército. Y ahora digo yo, Sertorio de mi vida, ¿me puedes explicar qué carajos (por no decir otra cosa) haces durmiendo en la ciudad más violenta de todas las que se han rebelado? y luego esperaban que no ocurriera nada...

De tribuno, pasa a ser cuestor en el 90 a.C. y esta vez, se le envía a la Galia Cisalpina, es decir, la zona de Italia habitada por los celtas, al norte, donde estaban los Alpes. De hecho, Cisalpina significa ''a este lado de los Alpes'', mientras que la Galia Transalpina, era la zona al otro lado de las montañas. Total, que Sertorio estaba al norte de Roma, y luego es enviado como legado (general) de su tío Mario en la Guerra de los Socios (esto lo explicaré algún día, solo quédate con que fue una guerra). Sertorio entró en guerra contra Sila (un tío loco). Nuevamente (el pobre Sertorio era el tío de los recados) lo envían como pretor a Hispania Citerior, es decir, desde Cartago Nova, aka Cartagena, hacia arriba, hasta Cataluña. La Hispania Ulterior iba desde Cartagena ocupando toda Andalucía. Bueno eso, que Sertorio vuelve a Hispania como pretor en el año 83 a.C. cuando Sila toma el control de Roma, y Sertorio se ve que fue sustituido en el cargo por un amigo de Sila, Gayo Valerio Flaco. Sabiendo lo que le esperaba en Roma, ya que Sertorio apoyaba a Mario, decide mandarlo todo a cagar y se rebela, desafiando al dictador. En el año 81 a.C. abandona Hispania desde el puerto de Cartago Nova y se va a Mauritania, con 3000 aliados rebeldes. Tomó la ciudad de Tánger (ciudad de Marruecos), ciudad aliada de Sila, pasando por las islas Canarias. En el 80, vuelve a Hispania y empieza a obtener victorias contra el gobernador del momento. Sertorio iba reclutando más y más soldados rebeldes (de verdad eh, esto parece el Imperio contra la escoria rebelde). Al final, a Sertorio lo toman por un nuevo Aníbal, ahí montando revueltas por todos lados. Al final, venció a Lucio Fudidio, cerca del Guadalquivir. Sila envió a Quinto Cecilio Metelo Pío, con 40.000 hombres (esto ya era tema serio). Sertorio dijo ''¿ah sí? te gusta jugar a ver quien la tiene más grande, eh'' y empezó a reclutar naativos y contrarios a Sila, y consiguió un ejército de 70.000 hombres, gracias a los 26.000 de Marco Perpenna, que vino de Roma y se puso de su parte, en el 77 a.C. Resultado: termina eliminando a Metelo Pío. Incluso creó otro Senado en Huesca, en plan para recochineo. Entre el 79-76 se apoderó de casi toda Hispania Citerior, es decir, toda la costa este. Sila ya empezaba a cabrearse de verdad, y es que si lo piensas, estamos en una situación parecida a la de Aníbal y Roma: Aníbal va pillando hombres y cargandose cónsules, mientras Roma, que es una fuente inagotable de crear soldados, le va mandando una legión tras otra. En este caso, Sila se marcó un Auronplay y dijo ''eeeeeh BASTA'' y envió a Pompeyo Magno, con 50.000 hombres a Hispania. Pompeyo ya era como el boss final de un juego, estaba muy chetado. Liria (o Llíria en valencià) pide ayuda a Sertorio y este acude ni corto ni perezoso, a presentar apoyo. Al ser Pompeyo tan joven, era un poco flipadete, no nos engañemos, y Sertorio supo aprovechar el ímpetu destructor de la juventud, para emboscar a Pompeyo entre dos colinas, pero Pompeyo logra escapar, y se va a la Galia. Ahora ya vamos llegando al final de la épica historia de Sertorio. Su grandiosa revuelta se termina en el 75 a.C, cuando uno de sus generales, Lucio Mirtuleyo (anda que con ese apellido) desobedece a Sertorio y ataca a Metelo Pío, que no estaba muerto, solo derrotado una vez. Mirtuleyo, que se creía un segundo Sertorio o algo, es derrotado y pierde muchos soldados rebeldes. Aprovechando las bajas, Pompeyo vuelve a Hispania con refuerzos y vence a Herenio, otro general de Sertorio, frente a los muros de Valentia. Si es que, el pobre Sertorio era un genio rodeado de anormales. Sertorio llegó tarde a la batalla de Valentia y se enfrentó a Pompeyo en la gran batalla final, la Batalla de Sucro, dos titanes militares ahí, dándolo todo. Sertorio venció en su ala del ejército, mientras que Pompeyo venció a Lucio Afranio, en la otra ala. Además, derrotó a Perpenna. La batalla terminó en empate. Más tarde, volvieron a empatar a las puertas de Sagunto. Por causa del frío, Sertorio se retiró a Burgos y Pompeyo se fue cerca de País Vasco, a Pamplona. Los dos años siguientes no hubo batallas. Sin embargo, Metelo Pío y Pompeyo van sometiendo una ciudad tras otra. Sertorio al final no tuvo más remedio que tratar con Mitrídates del Ponto, junto con los piratas cilicios, que no gustaban ni a romanos ni a rebeldes. Esto minó la simpatía de Sertorio en Roma, que tenía aliados contra la dictadura de Sila, porque casi todos odiaban a Mitrídates. Es como aliarse con Loki para hacer algo, o sea, nadie se alía con Loki por Dios, todos lo odian. Bueno, ya no tanto, pero al principio sí.
Poco a poco, Sertorio fue cambiando de carácter con sus soldados. Muchas ciudades ibéricas resistieron a Pompeyo, siendo fieles a Sertorio. La ciudad de Calahorra estuvo meses de sitio, sin comida. Al final, se recurrió al canibalismo. Finalmente, se rinden a Pompeyo. En el 72 a.C. se organizó un complot en casa de Marco Perpenna para quitarse de en medio a Sertorio. El pobre Quinto Sertorio será asesinado por sus propios compañeros en un banquete. Al final de todo, Pompeyo derrotó al resto del ejército, perdido sin Sertorio.

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