República romana: las Guerras Latinas

 

 

 Los Dioscuros en la Batalla del Lago Regilo, John Reinhard Weguelin (1880).



 
Buenas tardes de domingo a todos, mis queridos lectores/aprendices de la historia. Una semana más, nos reunimos para hablar sobre historia y, como siempre, es domingo, son las 18:57 y voy apurando hasta el último día. De todas formas, me perdonarás que sea un maldito perezoso; básicamente, porque no hay nadie leyendo mis movidas aquí en la web...qué vida más triste. En fin. Vamos al grano.

Esta vez, voy a hablarte sobre los primeros conflictos guapos, serios y peligrosos que tuvo la legendaria ciudad de Roma en su camino hacia la gloria eterna. Estos conflictos fueron las Guerras Latinas. Ahora, como buen discípulo que eres, te estarás preguntando: pero Marcos ¿qué fueron las Guerras Latinas? y yo, como el maestro que soy, voy a tener paciencia de tu pobre alma mortal, y te lo voy a explicar. Las Guerras Latinas (apúntalo en la libreta que va para examen) fueron una sucesión de batallas y tal, entre romanos y los pueblos del Lacio, principalmente faliscos y latinos, por el dominio de esta región. A partir de este momento, empieza a despertar en los romanos un interés por conseguir más terrenos y por someter a las personas que vivían cerca de Roma. Hubo dos guerras principalmente: la primera abarcó desde el año 498 hasta el 493 a.C. (recuerda que el año anterior, el 494, tuvo lugar la secessio plebis, cuando la peña se va al Monte Sagrado toda indignada). La segunda guerra durará, desde el año 340, hasta el 338 a.C. Bien, vamos a ver que pasó con la primera guerra. Como ya sabemos, la república romana se crea cuando el pueblo echa al último rey, Tarquinio el Soberbio, un tipo que no paraba de liarla y portarse mal con la gente. Cuando es expulsado, la vuelve a liar con el Horacio Cocles y Lars Porsena y todo el rollo. Pues bien, resulta que el tío se marcha del campamento de Porsena y se va a una ciudad llama Tusculum, regentada por un pueblo latino. Que pasa, que Roma quería expandirse, y al ver a Tarquinio justo en uno de los territorios que quería conquistar, no le sirvió más excusa que la de ver al tirano vivo, el cual debía morir. Ante estas amenazas, se crea la Liga Latina, una alianza entre 30 pueblos vecinos de Roma, para defenderse entre ellos y tal (no hace falta ni que te diga que con Roma no se juega, y al final, obviamente, todos pierden).

La primera batalla de esta guerra es la Batalla del Lago Regilo. Este lago estaba a unos 20 km de Roma, y fue el lugar del enfrentamiento. Como será costumbre, Roma sale vencedora en esta batalla, gracias a la fuerza de la caballería, comandada por los patricios, ya que al atacar desde un caballo, tenías más poder de ataque, y más posibilidades de salir con vida, por lo que las líneas de infantería se rellenaban con efectivos plebeyos. Cómo no. La maravillosa sociedad romana, tan clasista. Un hecho interesante de esta batalla es que, según la leyenda, junto a los romanos luchaban los Dioscuros: Cástor y Pólux, dos héroes de la mitología griega.

Perfecto, vamos a por la segunda guerra que, si no, esta publicación se me queda corta. La segunda guerra latina tiene lugar en los años que ya he mencionado, pero como sé que eres un perezoso, te los voy a repetir, pillín, pecador de la pradera. Entre los años 340 y 338 antes del nacimiento de Cristo nuestro señor, todopoderoso. Como es normal, tras la primera guerra latina han pasado (ojito al tiempo, señoras y señores) 153 años, que se dice pronto. Roma se va expandiendo pero, antes de volver a liarse a puñetazos con los latinos, tuvo movida con los samnitas, llegando a la primera Guerra Samnita entre los años 343 y 341. Un año después, empezará con los latinos de nuevo. Ante la creciente expansión de Roma, los pueblos latinos que sobrevivieron a la otra guerra, envían una embajada para establecer un pacto de no agresión. Roma, al igual que un chaval de 15 años se cree el dueño del mundo, rehúsa el pacto. Por el orgullo de esta ciudad, además de saber que volverá a ganar, estalla la segunda guerra latina. Vale, aquí llega un punto de esos en que por poco no te petará el cerebro. Atento. ¿Preparado? mentiroso, no me mientas, ¿por qué mientes?. Venga, céntrate que te veo un poco perdido..ahora sí que te veo más centrado, ojito al dato. Resulta que Roma se alía con la peña que acababa de destruir el año anterior. Sí, como te lo cuento colega. Se alía con los samnitas. Es decir, yo me pego contigo, te reviento la vida, y un año después te pido que me ayudes a pegarme con otros. Como es de esperar, vuelve la Liga Latina, apoyada por el pueblo de los volscos de la ciudad de Anzio (esta ciudad está al sur de Roma, unos 50 km aproximadamente), los pueblos de la región de Campania y los sidicinos. No olvidemos que los volscos ya tuvieron un encontronazo con Roma, cuando la secessio plebis en el 494, ¿recuerdas?. Si es que, al final Roma se pegaba hasta con el aire. Total, que Roma, la favorita en la contienda, es apoyada por el pueblo de los laurentes, algunos equites (caballería) de Campania, que se ve que estaba dividida en bandos, y los pelignos, otro pueblo que no conoce ni su madre. Los latinos atacan la región del Samnio (esto da para otro post, aguántate las ganas de saber sobre los samnitas). Por su parte, los romanos atacan a los volscos, por segunda vez, ya que la primera, no olvides, fue la del 494 a.C. En esta segunda guerra, destacan dos guerras: la Batalla del Vesubio y la de Trifano. La batalla del Vesubio tuvo lugar en el año 339 a.C. Enfrentó a los romanos y samnitas contra los latinos. Es la primera guerra en la destacan algunos nombres de cónsules, como Publio Decio Mus (quédate con el nombre, que no va para examen, pero mola sabérselo). Este cónsul murió en batalla, pero se le recuerda con cariño. El otro cónsul destacable fue Tito Manlio Torcuato. Se dice que era tan sumamente estricto e inflexible, que a su lado, Ned Stark no era nada. En verdad solo lo digo yo, pero casi te lo crees eh, que ingenuo eres, a ver si te abofeteo un poco, a ver si se te pasa la tontería. Lo que sí es cierto, es que ejecutó a su hijo, así sin más, ¿cómo te quedas?Resulta que, antes de empezar la batalla, estando los ejércitos uno frente a otro ahí a caraperro, Torcuato ordenó no luchar con el enemigo, bajo pena de muerte. Su hijo, se ve que un rival estaba hinchándole las bolas, hasta que se cansó y le dio muerte. Total, que vuelve a su campamento y le dice a su padre ''papá soy un malote y un héroe, te he desobedecido pero mira, aquí tienes la cabeza del infeliz que ha osado tocarme la pepita, te hace una cenita rollo padre-hijo?''. ¿Cómo respondió su padre? ni corto ni perezoso, mandó a un lictor (guardaespaldas, vamos) que le rebanara el cuello cual cebolla. En fin, entre pitos y flautas, los romanos vuelven a ganar. La segunda guerra importante en este momento será la Batalla de Trifano, ocurrida en el año 338 a.C. Una vez más, el odiado pero valiente Tito Manlio Torcuato, aplasta a los latinos (qué fuerte suena aplastar eh), y estos se retiran a Campania, siendo acorralados por los romanos y sin poder hacer nada. Pobrecitos.

Final del evento: La Liga Latina es disuelta de forma definitiva, y los pueblos latinos pasan a formar parte de la República romana. Las ciudades sometidas, y esto es muy importante que lo retengáis cual buen estreñimiento, obtenían privilegios, como la ciudadanía romana para los habitantes vencidos, lo que les daba más derechos y otras cosas de las que hablaré algún día. Algún día...

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