Las Guerras Pírricas: historia de un fracaso


 

 
Buenos domingos a todos, mis queridos discípulos. Feliz Día de la Mujer, espero que estéis disfrutando, porque mañana hay clase. Ahora que os he felicitado y os he deprimido bastante, vayamos al tema que nos concierne.

Hoy vamos a hablar de lo que pone en el título; tal cual. Las guerras estas, tuvieron lugar entre los años 280-275 a.C, 5 años bien ricos ahí para tu body. Será el primer conflicto que implica a peña de fuera de Italia, es decir, que Roma ya está aspirando a algo más que su propio territorio, y empieza a extender sus dominios. En este caso, se van a pegar los griegos vs los romanos + cartagineses. Vale, lo sé, ahora acabas de entrar en estado de scock. ¿Cómo puede ser que los eternos rivales, los Spider-Man/Duende Verde de la historia, estén juntos en un conflicto bélico? chsst, frena un poco morena, que te lo voy a explicar todo bien explicado.

Todo el jaleo empieza cuando Roma (para variar) viola un tratado de paz con la ciudad de Tarento (situada en el tacón de la bota), y el tratado es violado cuando unas naves romanas navegaban por el Golfo de Tarento, y son incenciadas por los tarentinos. Ya está tarentinos (que no tarantinos, no confundir con cierta eminencia del mundillo de la jardinería), ya la habéis cagado, habéis vacilado al tipo de gente a quien no hay que vacilar. Total, que Tarento coge miedo y pide ayuda a sus vecinos los griegos, en concreto, al rey Pirro del Épiro, con quien ya habían tenido tratos anteriormente (#isladeCorfú).

Pirro llega a Italia y, sin comerlo ni beberlo, se enfrenta a los romanos, samnitas, etruscos (más bien 4 gatos) y cartagineses. Lo que no esperaba encontrar eran las legiones romanas, plenamente capaces de enfrentarse a los reinos helenísticos (griegos). Un dato interesante: la llamada ''victoria pírrica'', tan conocida en el mundo del deporte, viene de este conflicto. Hace referencia a esa victoria conseguida con tanto esfuerzo y sacrifico de tropas, que no compensa la ventaja obtenida. Resumen: una victoria que no sirve para nada. Lo mismo hubiera dado ganar que perder. Un mojón de pato.

Empezamos de verdad con el 280 a.C: Pirro está en Italia con 25.000 soldados y algunos elefantes de guerra. Es la primera vez que los romanos van a ver a estos colosales bichos. De parte de los romanos va el cónsul Publio Valerio Levino, quien parte hacia Tarento y planta cara a Pirro cerca de la ciudad de Heraclea, un poco al oeste de la ciudad aliada del general griego. Como ya sabemos, ganó Pirro, dejando 15.000 muertos romanos y 13.000 griegos, solo en la primera batalla. O sea, figúrate lo mal que va a acabar todo.

Al año siguiente, en el 279, tiene lugar la batalla de Ásculo. El general romano Publio Decio Mus, hijo de un general que muere en las Guerras Latinas, pierde 6.000 soldados, mientras que Pirro pierde 3.500, obteniendo otra victoria pírrica. Como puedes ir comprobando, Pirro era un penas el pobre. La historia de Pirro en Italia es un quiero y no puedo. Es el perfecto ejemplo de cuando tu vas a ligarte a esa chica que tanto te gusta. Empiezas más decidido que ni el Cid Campeador en sus mejores tiempos, ahí bien plantado, con porte y elegancia, eres todo un señor. O eso te piensas tú, porque luego llegan las calabazas y no sabes si montarte un huerto, venderlas por Wallapop o qué. En fin.

Como es lógico, Pirro pide negociar para que dejen de ponerle el culete fino. Sin embargo, el senado romano, viendo que este Pirro es un parguela (y arengado por Apio Claudio el Censor) le dicen que no, nanai, niet, no (léase en inglés). Total, que la cosa sigue, para desgracia del pobre Pirro. Ahora es cuando Cartago se alía con Roma, para limitar el avance de Pirro por el oeste, por que Pirro se había ido a ver si se hacía con la isla de Sicilia, pero ahí que lo pillaban los cartagineses, y se tuvo que volver a Italia. En el año 275, tuvo lugar la última batalla. Todo se resolvió en Malventum. Esta vez, Pirro fue derrotado y los romanos renombraron la ciudad como Beneventum.

Final de los finales: Pirro se vuelve a Tarento y, de ahí, a su patria. Gracias a esta victoria, Roma se quita de encima su principal amenaza, porque nadie había conseguido hasta ese momento derrotar en batalla a los romanos, ni reunir tantos soldados, ni utilizar elefantes para la batalla. Total, que Roma se convierte en potencia principal del Mediterráneo. Su poder se extendía por toda la Península Itálica, a lo largo del río Arno y el Rubicón. Bueno, me despido de vosotros, que os vaya bien y nos vemos la semana que viene con más arte.

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