2001: Un viaje hacia lo desconocido



 2001, Una Odisea en el Espacio, Stanley Kubrick (1968).


Sí, es buena película. Incluso aunque no la hayas entendido del todo. Y es buena aunque no haya apenas diálogo durante más de dos horas de proyección. Y te voy a explicar por qué esta película es considerada una de las mejores películas de la historia del cine.

Bienvenidos a todos a este humilde canal visitado por un solo lector: yo. Así que ¡bienvenido mi querido Marcos a este tu blog de cultura de confianza! ¡estrenamos nueva sección: los comentarios fílmicos recién sacados del horno, de la mano de nuestro cinéfilo más consumado y expero: yo mismo! ¡hecho por mí para mí, yujuuu!

Bueno, volvamos a lo que nos interesa. 2001: Una Odisea en el Espacio es una película de ciencia ficción dirigida por Stanley Kubrick, estrenada en el año 1968 (un año antes de que el señor Neil Armstrong pisara la Luna) y producida por la Metro-Goldwyn-Mayer. Obviamente, se trata de una película de culto, ya que ha adquirido una clase muy especial de culto popular, cualesquiera que sean las razones. Considerada por muchos fans la cumbre de su director en cuanto a lo técnico y lo formal (no es mi preferida y mi cumbre se encuentra en otro lado). Si aún no lo has hecho, ponte cómodo que voy.


Sobre el autor y el contexto histórico de la película

Como ya hemos comentado arriba, nos encontramos ante una obra dirigida por el director de cine británico Stanley Kubrick (fig. 1). Si queréis saberlo (casi) todo sobre este señor, quizás en esta otra entrada encontréis lo que andáis buscando. En esta ocasión, introduciremos brevemente al autor de la película. Stanley Kubrick nació en Reino Unido en 1928 y murió en 1999. Es considerado por muchos historiadores como uno de los cineastas más influyentes del siglo XX, destacado por su gran sentido visual y la gran carga simbólica de sus películas.


    Figura 1. Stanley Kubrick, un genio de de la fotografía en el cine. Imagen extraída de la web Historiadelcine.es. Puedes obtener más información en la misma web

Cuando Kubrick creó la Odisea, el mundo vivía una época de profundos cambios políticosociales. La Guerra Fría estaba en su pleno desarrollo; una época marcada por la carrera espacial. Los dos bloques, capitalista y comunista, dirigidos por las superpotencias Estados Unidos y la Unión Soviética, competían ferozmente por demostrar su superioridad tecnólogica y científica, además de relacionarse ambas potencias en ciertos escenarios (fig. 2). La conquista de la Tierra había empezado y, muy pronto, empezó la conquista del espacio. Solo un año después del estreno de la película, el hombre llegaría a la Luna. La película también nació en una época llena de movimientos sociales y culturales: las protestas contra la guerra de Vietnam (fig. 3); la lucha por los derechos civiles en los Estados Unidos (fig. 4); el auge del movimiento hippie (fig. 5) y una creciente desconfianza hacia la tecnología y el progreso sin límites.


    Figura 2. El puente de los espías, escenario de la Guerra Fría que tuvo una gran relevancia para muchas personas implicadas. Imagen extraída de la web del periódico La Vanguardia. Puedes obtener más información en la misma web


   Figura 3. Protestas por parte de los norteamericanos contra las acciones de Estados Unidos en la guerra de Vietnam. Imagen extraída de la web BBC News. Puedes obtener más información en la misma web


    Figura 4. La marcha de Washington y el famoso discurso del líder de las protestas por los derechos de la población negra, Martin Luther King. Imagen extraída de la web National Geographic. Puedes obtener más información en la misma web.


    Figura 5. El auge del movimiento de la contracultura y los hippies originó diversas grandes manifestaciones en contra de la guerra, como la marcha de San Francisco en la década de los 60. Imagen extraída de la web Momentos del Pasado. Puedes obtener más información en la misma web.

En este contexto podemos entender con mayor claridad lo que Kubrick nos quiere mostrar en su Odisea: más que la simple exploración y fascinación por el espacio, lo que vemos en 2001: Una Odisea en el Espacio es la angustia existencial del ser humano en una época de grandes avances y grandes incertidumbres. Kubrick consiguió convertir una historia sobre astronautas en una obra filosófica sobre el sentido de la vida, la soledad en el universo y los límites del conocimiento humano.


Análisis de la película

Para empezar, si te vas a Google y escribes ''elipsis'' te saldrá esto:

<<Técnica narrativa y cinematográfica que consiste en la supresión de algún acontecimiento dentro de la linealidad temporal del relato o la historia>>

¿Por qué incido en esto? simplemente porque, en los primeros 20 minutos de película, asistimos a la mejor utilización del recurso de la elipsis en toda la historia del cine. A través de esta figura vemos la evolución del ser humano, enlazando el lanzamiento de un hueso con el lanzamiento de una nave espacial. No sé si eres consciente del valor que el director le da a su elipsis, pero ahora te lo voy a dar todo masticadito antes de que te pongas a llorar por lo pedazo lerdo que eres.

Por una parte, se combinan de una forma muy sutil el pasado y el futuro; un futuro que, según la acción narrativa, no ha ocurrido todavía (el astronauta Neil Armstrong pisó la Luna en 1969, al año siguiente de la cinta de Kubrick) y mucho más lejos aún, ya que para el año 2001 aún quedan 33 años. Es como si planteáramos una película que ocurriera en 2020 y se ambientara en 2053.

Por otra parte, toda la evolución del ser humano se efectúa por medio de dos elementos: el hueso y la nave; el instrumento más rudimentario y el instrumento más refinado en la cadena de aprendizaje. El ser humano pasa de estar en tierra, tocar tierra y mirar la tierra, a mirar al cielo y, para llegar al cielo, lanza el hueso que se transforma en una nave espacial (fig. 6). Y este simbolismo ocurre en tan solo 20 minutos de más de dos horas de filme. ¡Te explota la cabeza!

    Figura 6. Los momentos inmediatamente previos al corte con el hueso y la nave espacial. Imagen extraída de la web El Parnasillo. Puedes obtener más información en la misma web.

Pasando a otros temas, es fundamental tener en cuenta que esta fue la primera película en transformar por completo y revalorizar el género de ciencia ficción. Grabaos bien esto en la cabeza: de una manera u otra, las películas clásicas y actuales de ciencia ficción se miden en base al modelo que creó Kubrick con su Odisea. Asimismo, no fue la primera película de ciencia ficción de la historia (ese honor lo sustenta Viaje a la Luna, de Georges Méliès); tampoco fue la primera en mostrar viajes espaciales, naves o inteligencias artificiales. Ni siquiera fue la primera en plantear preguntas filosóficas sobre el futuro del ser humano. Sin embargo, la película de Kubrick elevó la consideración del género de la ciencia ficción a un nivel muy superior al que gozaba hasta aquel momento. Kubrick utilizó la temática del espacio para efectuar una reflexión profunda sobre la evolución, la inteligencia y la soledad del ser humano. Fue la primera vez que la ciencia ficción se narró como una experiencia sensorial y metafísica, no solo narrativa. Además, planteó el dilema de la autonomía de la inteligencia artificial (fig. 7), cosa que en pleno 2025 (fecha en que reviso esta entrada) está a la orden del día.


    Figura 7. El súper ordenador de la nave espacial, Hal 9000, es el gran villano de la cinta, anticipando la para nada futurista idea de la gran dependencia humana hacia las máquinas. Imagen extraída de la web History Hit. Puedes obtener más información en la misma web.


Desde sus inicios, siempre se había mezclado la ciencia ficción con el terror y, gracias a Stanley Kubrick, esta película sienta precedente y toma conciencia de la gran importancia de la ciencia y la ficción. Podríamos relacionar a Kubrick incluso con Leonardo Da Vinci. Los dos fueron unos avanzados a su época. Y esta película lo demuestra. La pasión por el cine solo es equiparable al amor por la tecnología, y es gracias a ese amor que Kubrick tomó la delantera e imaginó que, en un futuro lejano, la expresión última de la tecnología sería la inteligencia artificial; imaginó que, si algún día, los humanos llegaban a la Luna, instalarían bases lunares. Incluso en la película llegamos a ver una rutina diaria del astronauta (fig. 8). En resumidas cuentas: el director imaginó el futuro antes de que hubiera sucedido. Es como si yo me informo sobre la evolución genética de los perros y hago una película sobre que los perros andarán 24/7 a dos patas dentro de 40 años, y finalmente sucede. Yo me coronaría, triunfaría, ¿no crees?



    Figura 8. Vemos el interior de la película, las distintas estancias, cómo es la rutina de sus ocupantes, etc. Imagen extraída de la web Palomita de Maíz. Puedes obtener más información en la misma web.


Hay películas que, sin decirnos nada, nos lo dicen todo, ¿verdad? pues en esta película, el director logra dotar de sentido a más de dos horas de proyección, valiéndose solo de 4 o 5 escenas con diálogos y fuertemente apoyado por la música clásica. Vamos, si esto no es suficiente prueba de la genialidad directiva de una persona, le recomiendo que vuelva a ver la película. Es decir, ¿cuántas veces hemos visto películas tan largas con apenas diálogos en pleno cine clásico? ¿cuándo fue la última vez que se llevó a cabo esta apuesta tan arriesgada? ¿sabéis porque el director se arriesga a contar una historia densa y pausda sin casi texto? porque sabe que nosotros, como espectadores, somos todos muy listos y listas. Kubrick ya sabe que pillaremos la película; a esto se le llama respetar la inteligencia de los espectadores. Es decir, 2001: Una Odisea en el Espacio es una película que nos hace participar mientras la visualizamos, ya que nos pide un cierto esfuerzo mental por entender la trama, no como ahora (que nos lo dan todo masticadito y explicadito).
 
Por último, esta es una obra maestra del cine sin lugar a dudas; es tan grande el precedente que sienta, que no podemos dejar pasar la oportunidad de dar gracias a Stanley Kubrick por haber tenido la ocurrencia de juntar toda la serie de elementos que conforman esta rara avis de la ciencia ficción (encima siendo de una época tan temprana para la historia del cine).

Como colofón final, os presento mi nota particular para esta película: como cinéfilo consumado y sumamente experto en la historia del cine, en pleno año 2020 le doy un 8 (nota sujeta a cambios).


Webgrafía
  • Sobre las páginas web que he utilizado ya he ido dejando sus respectivos enlaces en los pies de foto o durante la narración de los hechos; me da una pereza tremenda ir de uno en uno citando cada web en esta sección, por lo que las fuentes las tenéis, aunque no estén citadas como Dios manda, cosa que me la viene a sudar un poco. Hala, hasta luego.

Bibliografía
  • Riambau, E. (2004). Stanley Kubrick. Madrid: Ediciones Cátedra.

  • Castle, A. (2016). Los archivos personales de Stanley Kubrick. TASCHEN

  • VV. AA. (2020). El cine de Stanley Kubrick. Cult Books.

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