Romanos vs romanos.

Buenos domingos a todos y a todas, mis querios amigos y discípulos del arte. Una vez más, os voy a enseñar algo sobre Roma que nos permitirá estar más cerca de conquistar el mundo. Ready? Ale pues, anem allà.

Lo que os voy a contar hoy es, ni más ni menos, que la Primera Guerra Civil romana. Ojito que no es poco. Nos encontramos en el año 88 a.C. Ya sabemos que se crearon muchos años antes, dos grupos en Roma: optimates (ricos) y populares (pobres). Empiezan a haber conflictos entre unos y otros, como es lógico. Los optimates son liderados por Lucio Cornelio Sila, y los populares, por Cayo Mario. Estos conflictos venían de años antes, cuando estalló la Guerra Social. Se trata de un conflicto acaecido entre los años 91-88 a.C. En ese caso, la república romana se enfrentó con los aliados de fuera de Roma que querían ciudadanía romana. Hubo batallas y tal, entre romanos y algunos pueblos bárbaros, como marsos o samnitas (yo pensaba que ya se habían extinguido, pero no). El Senado le da el mando de los ejército a Sila y este los reventó bien reventados. Además, se hicieron leyes para darle la ciudadanía a los que estaban descontentos. Ahora en teoría, todos están contentos. Volvamos al 88: Cayo Mario es un hombre top en Roma. Su amigo Sulpicio hace una ley para repartir nuevos ciudadanos por las distintas tribus romanas (grupos de gente) y se le da el mando para ir a cargarse a Mitrídates. Sin emabrgo, Sila y otro cónsul, Pompeyo Rufo, consiguen que esas leyes no se lleguen a votar y ahí empiezan los conflictos. Revueltas en las calles y Sila y Rufo se esconden por la ciudad, mientras las leyes son aprobadas. Sila se fue de Roma, y se fue al sur para poner al ejército de Mario destinado a reventar a Mitrídates, de su parte (de Sila).

Sila llegó a hacerse, de forma ilegal, con 35.000 soldados, marchó sobre Roma para tomarla a la fuerza y pilló a Mario desprevenido, ya que marchar sobre Roma estaba prohibido. Mario no pudo hacer nada contra Sila. Este se hizo con la ciudad y empezó a quitarse de encima enemigos políticos. Mario y Sulpicio huyen de Roma, pero a Rufo lo pillan y se lo cargan. Mario llegó a una isla frente a Cartago. Mientras, Sila quitó las leyes de Sulpicio y creó otras que favorecían a los optimates. Sin embargo, el Senado eligió a dos cónsules contrarios a Sila, Cornelio Cinna y Cneo Octavio, y este terminó yéndose a Grecia, mientras Mitrídates hace de las suyas en la misma Grecia, conquistando islas y cosas.

En el 87, Cinna y Octavio tratan de volver a poner en funcionamiento unas leyes para que los nuevos ciudadanos itálicos pudieran votar, pero no se pudieron llevar a cabo, y fueron atacados en el foro. Cinna huyó de Roma. Ese mismo año, Mario y Cinna volvieron a Roma y la conquistaron. Mario, a los 70 años, murió siendo cónsul por séptima vez. Sila, al enterarse de que Cinna estaba en en Roma, se alió con Mitrídates. Finalizada la guerra en Oriente (Cayo Flavio Fimbria contra Mitridaes para liberar Lidia), Sila contaba con sus legiones intactas más medio ejército de Mitrídates y las legiones romanas enviadas contra él, y decidió ir a Italia.

Final: hubo muchas batallas, y finalmente Sila se impuso a todo el mundo y volvió a Roma. Después de la decisiva batalla de la Porta Collina y la caída de Praeneste, Sila alcanza el dominio político completo en Roma a pesar de los últimos brotes de resistencia que se prolongaron el 80 a.C. Los líderes supervivientes de la facción popular trataron de escapar de Italia para reorganizar las fuerzas que sobrevivieron. Sila murió en el 78.

Total, que en esta ocasión el malo gana. Fin.