Todo sobre El Escorial: parte VI

 

 


Buenas a todos, sigamos con el fantástico mundo del monasterio este que no recuerdo cómo se llamaba. Mechachis...En fin. No perdamos ni un segundo. Vámonos a leer un poco con: La biblioteca Se encuentra en la zona superior del monasterio, sobre la entrada principal de la fachada de poniente (oeste). En el centro hay una esfera armilar (modelo reducido del cosmos), hecha en madera en el año 1536. Fue importada desde Florencia y realizada por Antonio Santucci. Además de la esfera, hay 5 mesas cuadradas de mármol con cercos de bronce, del siglo XVII. Por otra parte, la bóveda es de cañón, mientras que el suelo es de mármol blanco y pardo. La estancia mide 54 x 9 metros de ancho, y 10 metros de altura. La iluminación es efectuada a través de 5 ventanas y 5 balcones. En las estanterías hay libros para todo el mundo y de muchas lenguas: latín, hebreo, árabe y otras lenguas exóticas, de entre los siglos 14 y 15. Hay además, libros miniados del siglo XIII y encuadernaciones del siglo XVI. Todos estos libros tienen un valor incalculable, así que os aconsejo que no tratéis de calcularlo. Se encuentran sobre estanterías de madera con el lomo vuelto del revés, por la creencia (atento al dato curioso) de que los libros se conservaban mejor de esta forma. En total, habrá unos 40.000 libros, unos 2.000 árabes, 2.090 en latín y en lenguas vernáculas (es decir lenguaje nativo, oséase, español), unos 72 en hebreo y unos 580 en griego. La bóveda de la sala está dividida en 7 espacios o tramos. Cada uno representa las artes liberales: la gramática, la retórica y la dialéctica forman el Trivium (3 caminos), mientras que la aritmética, la música, geometría y astrología forman el Quadrivium (4 caminos). Cada arte está representada por una matrona o alegoría, acompañada por 2 historias relacionadas con dicha arte. Todo se representa mediante la pintura al fresco, obra de Tibaldi, entre los años 1588-1592, siguiendo la dirección de fray José Sigüenza. Los testeros (extremos) de la sala son del mismo pintor. Uno de estos extremos representa la filosofía, y el otro, la teología. Sobre un zócalo de mármol, hay más estanterías de madera con libros, diseño de Juan de Herrera, hechos con maderas nobles. La biblioteca nació de la iniciativa, en 1575, del Rey Felipe II, quien entregó 4.000 volúmenes de su biblioteca personal. Fue aumentada con el tiempo, mediante donaciones y compras, destacando la generosa aportación de Diego Hurtado Mendoza. En 1671, un incendio se llevó muchos libros, además del saqueo de los franceses durante la Guerra de Independencia. En 1612, el capitán de las galeras españolas, Don Luis Fajardo, le arrebató unos 4.000 libros al emperador de Marruecos, Muley Zidan, de ahí algunos libros en árabe, turco y persa. Salas capitulares Cerca de la biblioteca, están las salas capitulares. Los techos están pintados con pinturas de Francesco da Urbino, Granello y Castello. Se trata de las estancias donde se reunían los monjes en capítulo, para tratar temas de la orden. Estos espacios se sitúan en el Patio de los Evangelistas. En el centro hay un gran atril adornado con un águila, símbolo de San Juan. El atril es obra de Juan Simón de Amberes, realizado en el año 1571.

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