Impresionismo en Alemania




Buenos días a todos, mis fieles y queridísimos seguidores del arte. Espero que estéis pasando un estupendo mes de enero y, lo que es más, un feliz inicio de año. Siento no haberme puesto antes con esto del Impresionismo, pero ya sabéis, yo escribo cuando me viene a salir un poco del recto y tal. Y hoy tenéis suerte, porque resulta que me ha salido escribir sobre este movimiento artístico tan maravilloso. Sin nada más que añadir, vamos allá. 


La última vez nos quedamos en Inglaterra. Sabiendo que este movimiento artístico empezó en Francia, hoy nos vamos a detener en un país que está más al norte que el lugar de nacimiento del mencionado movimiento. En Alemania hay que destacar a dos artistas, padres del Impresionismo en este país: Max Liebermann y Lovis Corinth. Empezando con el primero, hay que decir que fue pintor y grabador, además del máximo representante del Impresionismo en Alemania. Se decantó claramente por el paisaje rural, sobre todo aquellos inspirados en Holanda. Sin embargo, y como ocurre a la mayoría de pintores conocidos a día de hoy, no se quedó estancado en un solo movimiento artístico, sino que su carrera terminaría con obras pertenecientes al Modernismo. Nació a mediados del siglo XIX, lo que justifica que evidentemente se dedicó al Impresionismo en principio, ya que, como sabemos, este movimiento surgió alrededor de los años 70 de este siglo. Al igual que el resto de pintores impresionistas, el paisaje predomina sobre otros temas menos representados, como pudieran ser escenas de burgueses y, en general, de la vida social. Poco más se puede decir sobre este agradable sujeto, ya que no es que innovara mucho. De hecho, a diferencia del Romanticismo, el Impresionismo no causó obras muy diferentes unas de otras. Mientras que el primero consiguió que casi cada pintor interpretara sus sentimientos de una forma, como podemos ver en obras de William Blake, John Constable, Eugène Delacroix, C. David Friedrich o Genaro Pérez Villaamil, en el Impresionismo, el 90% de las obras son paisajes formados por manchas de color. 

Por otra parte, tenemos al señorito Lovis Corinth. Al igual que Liebermann, empezó como impresionista, aunque terminó como expresionista. Sus obras impresionistas también pertenecen al género del paisaje, y poco más se podría decir de este agradable alemán. Como vamos a ir viendo, las características entre los diferentes países no difieren mucho, y si tuviéramos que estudiar un solo país para entender el Impresionismo, con Francia nos bastaría. 

Hala, fin. 




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