Mi película favorita de Tim Burton.
Buenas a todos, mis queridos amigos y discípulos del arte. Hoy me he levantado con unas ganas tremendas de darle caña a una película increíble y maravillosa. En este caso, se trata de mi película favorita de Tim Burton, quizás no la mejor construida a nivel técnico, narrativo, ijnterpretativo y lo que tu qiueras. Sin embargo, desde mi punto de vista, es la mayor y mejor aportaciíon de esetd irector a la historia del cine. Comencemos pues.
Se trata de Big Fish, película del 2003, dirigida por Tim Burton. De toda la filmografía de este señor, y mira que hay grandes películas como Sleepy Hollow, Pesadilla antes de Navidad, Eduardo Manostijeras o Beetlejuice, ha sido esta la que me ha llegado directamente al corazón. Y precisamente ha sido una película que no encaja para nada en el estilo de Burton: ni oscuridad, ni ambiente de novela gótica, ni vampiros, muertos ni sangre. Esta película es todo lo contrario: luz, color, música, alegría y fantasía.
El argumento es sencillito: un tío casado se entera de que su padre se está muriendo, padre con el que no se lleva nada bien desde hace toda la vida. Total, que vuelve a la casa de los padres junto con la mujer para hablar con él y despedirse, además de tratar de averiguar si todos los cuentos y fantasías que el padre contaba a toda persona con la que se cruzaba, sobre su propia vida, son en realidad fakes o su padre siempre dijo la verdad. El padre se llama Edward Bloom, y el hijo Will.
A medida que avanza la peli, nos damos cuenta de que toda la cinta en sí misma es un gran cuento. Burton nos cuenta un cuento. Y como todo buen cuento, este también está lleno de metáforas. Además, y esto es algo evidente, la película se cuenta incluso de forma un poco infantil, muy happy y el prota nunca sufre, siempre palante con una sonrisa y aquí yo lo controlo todo a las mil maravillas. Incluso así, Burton consigue crear una maravilla de película. Y es que, a veces, las mejores cintas no son las que tienen un apartado técnico impecable, unos personajes carismáticos a más no poder o una fotografía de la hos...de la repanocha. A veces, una buena película simplemente es aquella que consigue (esto no es aplicable a cada película eh, hay que saber matizar), de forma sencilla, removerte los sentimientos y dejarte un buen regusto al terminar el visionado. Y, repito, para mí, Big Fish lo consiguió y lo consigue cada vez que la he vuelto a ver. Igualmente es lo que os digo, es pura subjetividad mía.
A medida que avanza la peli, nos damos cuenta de que toda la cinta en sí misma es un gran cuento. Burton nos cuenta un cuento. Y como todo buen cuento, este también está lleno de metáforas. Además, y esto es algo evidente, la película se cuenta incluso de forma un poco infantil, muy happy y el prota nunca sufre, siempre palante con una sonrisa y aquí yo lo controlo todo a las mil maravillas. Incluso así, Burton consigue crear una maravilla de película. Y es que, a veces, las mejores cintas no son las que tienen un apartado técnico impecable, unos personajes carismáticos a más no poder o una fotografía de la hos...de la repanocha. A veces, una buena película simplemente es aquella que consigue (esto no es aplicable a cada película eh, hay que saber matizar), de forma sencilla, removerte los sentimientos y dejarte un buen regusto al terminar el visionado. Y, repito, para mí, Big Fish lo consiguió y lo consigue cada vez que la he vuelto a ver. Igualmente es lo que os digo, es pura subjetividad mía.
Big Fish cuenta la vida de Edward Bloom un tío con suerte que solo quiere enamorar a su mujer, casarse con ella y vivir juntos. Fin. Para ello, va pasando diversas peripecias, a modo de episodios diversos. Como curiosidad, Bloom en inglés significa florecer. Primera metáfora: el prota representa la vida humana ya que, como los humanos, nace, florece y alcanza su máximo esplendor y, finalmente, se marchita poco a poco. La clave de la peli está en que el hijo del prota trata de averiguar si este proceso se produjo tal cual lo cuenta Edward o si son todo puros fakes.
Segunda metáfora: el pez. Aparece al principio, durante y al final de la película, además de llevar el nombre de la misma. Ergo, estamos ante una metáfora TOP!. El pez simboliza al propio prota, Edward, el cual necesita siempre estar en continuo crecimiento. Edward es un tipo que quiere hacer grandes cosas y para ello, necesita estar en grandes lugares. Como podéis ver, no son metáforas rebuscadas ni nada, es todo muy intuitivo y sencillo de entender, como buen cuento que Burton nos está contando. El pez significa que debemos salir de nuestra zona de confort y arriesgarnos a salir al mundo exterior si quieremos lograr grandes cosas. Todo suena muy idealista y fantasioso. Es un cuento, ¿qué esperabas?
Tercera metáfora: el ojo. El momento en que Edward se encuentra con la ventrílocua del Silencio desde el mal, y esta le deja mirar cómo va a morir, es otra metáfora. Simboliza la aceptación de la inminencia de la muerte y, por ende, la pérdida del miedo a morir. Esta es una metáfora un poco más abstracta, pero yo la veo así. Edward ya sabe cómo va a morir y, al tratarse de un cuento, en lugar de deprimirse como toda persona humana normal y racional, solo hace que sonreír y tirar palante como un champion.
Cuarta metáfora: Ashton, o el primer pueblo. Esta también es fácil de pillar. Ashton es lo que impide que Edward Bloom bloomee, o sea, florezca. Es su pecera, el lugar que le va a impedir alcanzar grandes éxitos. Edward ya es un vecino famoso y querido por su gente, se siente a gusto, se siente ''en confort''. Por lo tanto, Ashton es nuestra zona de confort, la burbuja en la cual nos sentimos tranquilos y a salvo. Por eso, y tomándose en serio su papel de héroe, Edward se larga hacia otros horizontes.
Tercera metáfora: el ojo. El momento en que Edward se encuentra con la ventrílocua del Silencio desde el mal, y esta le deja mirar cómo va a morir, es otra metáfora. Simboliza la aceptación de la inminencia de la muerte y, por ende, la pérdida del miedo a morir. Esta es una metáfora un poco más abstracta, pero yo la veo así. Edward ya sabe cómo va a morir y, al tratarse de un cuento, en lugar de deprimirse como toda persona humana normal y racional, solo hace que sonreír y tirar palante como un champion.
Cuarta metáfora: Ashton, o el primer pueblo. Esta también es fácil de pillar. Ashton es lo que impide que Edward Bloom bloomee, o sea, florezca. Es su pecera, el lugar que le va a impedir alcanzar grandes éxitos. Edward ya es un vecino famoso y querido por su gente, se siente a gusto, se siente ''en confort''. Por lo tanto, Ashton es nuestra zona de confort, la burbuja en la cual nos sentimos tranquilos y a salvo. Por eso, y tomándose en serio su papel de héroe, Edward se larga hacia otros horizontes.
Quinta y sexta metáforas: Espectro, o el segundo pueblo. El primer obstáculo serio en el viaje de Edward. Una utopía perdida más allá de un bosque oscuro y peligroso. Aquí Edward se encuentra con una metáfora dentro de una metáfora: Northern Winslow, un poeta destinado a alcanzar la gloria pero que, finalmente, cayó fascinado por este pueblo y no fue capaz de dejarlo. Nunca. Espectro, por lo tanto, simboliza otra nueva zona de confort. El nombre no es una casualidad, sino que hace referencia a los fantasmas, a las ilusiones, a los engaños. Por su parte, el poeta tocayo de Edward es una metáfora a aquellas personas que van quedando por el camino. Muy melancólico todo.
Séptima metáfora: el anillo de compromiso. Ahora llegamos a al quid de la película: lo que hace que Edward deje de buscar grandes éxitos. El amor. Edward se enamora de Sandra, y su vida toma un rumbo diferente. A partir de ahora, su vida se va a centrar en conseguir casarse y vivir con Sandra. Por lo tanto, el anillo, aquello que atrapa por fin al pez (el protagonista), es una metáfora de lo que cada uno ansía por encima del resto de cosas. En este caso, Edward deseaba encontrar una mujer (ya lo vemos en la sirena/fantasma/mujer del lago de Espectro).
Séptima metáfora: el anillo de compromiso. Ahora llegamos a al quid de la película: lo que hace que Edward deje de buscar grandes éxitos. El amor. Edward se enamora de Sandra, y su vida toma un rumbo diferente. A partir de ahora, su vida se va a centrar en conseguir casarse y vivir con Sandra. Por lo tanto, el anillo, aquello que atrapa por fin al pez (el protagonista), es una metáfora de lo que cada uno ansía por encima del resto de cosas. En este caso, Edward deseaba encontrar una mujer (ya lo vemos en la sirena/fantasma/mujer del lago de Espectro).
Octava metáfora: los zapatos. ¿Por qué en Espectro la gente va descalza y, encima, cuelgan los zapatos del cable de la luz, o lo que sea eso? ¿Acaso están indicando que en Espectro se trafica con estupefacientes, y así el visitante sabe que está en un punto de venta de dudosa reputación? NO! Los zapatos nos protegen los pies, y en casa, en nuestro hogar, nuestra zona de confort, no los solemos usar. Esto es lo que simbolizan: la protección frente a lo desconocido. Sin embargo, Edward es tan heroicamente heroico, que se va sin sus zapatos, enfrentándose a pelo contra lo desconocido.
Novena y última metáfora: The Big Fish. Esta película, en sí misma, es una gran metáfora de la vida. Es un cuento moderno contado por Tim Burton de forma sencilla, intuitiva y un poco infantil. Es una metáfora sobre una forma de ver la vida. Encierra un mensaje subliminal muy típico pero bonito al fin y al cabo: todos nacemos para hacer grandes cosas, si somos capaces de dar la cara, asomarnos a lo desconocido, aceptar los riesgos y vencer los miedos. Todos nacemos para hacer cosas extraordinarias. Que no se os olvide. Buenos días.
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