Arte japonés: teoría general IV
Buenas a todos y todas, mis queridos gandiartistas y discípulos del arte. Hoy es un gran día, y es que vamos a seguir con el arte nipón, siguiendo con aquello que dejamos en la última publicación. Sin más dilación, viajemos a JAPÓN!!
Para empezar con la pintura japonesa, hay que hablar de la Nihonga... o ''pintura japonesa'' en japonés, vaya. Esta palabra engloba el conjunto de técnicas, materiales y pinturas realizadas de acuerdo con las convenciones artísticas tradicionales de Japón. Posiblemente, lo más atractivo de la nihonga, sean esos colores llamativos y brillantes, plasmados sobre el famoso papel japonés (el papel de arroz), mediante pinceles muy finos confeccionados con bambú y fibra. Todas estas cosas forman parte del Japón tradicional de toda la vida, hasta que en el periodo Meiji se empieza a producir una ruptura y el arte occidental llega a la isla, introduciendo otras formas de pintar, diferentes formatos, etc.La pintura japonesa no busca representar la naturaleza tal como es percibida por el ojo, ni duplicar los objetos sobre el papel. En lugar de ello, presenta gran variedad de sentimientos e ideas a través del movimiento, variación en la presión y cambios de posición del pincel, lo sirve para conducir la atención del espectador en el cuadro final. Los colores en un cuadro, como en cualquier lugar del mundo, pueden ser plasmados de 3 formas: de forma polícroma (más de un pigmento), monócroma (un solo color) o bícroma (dos colores). En Japón, la monocromía recibe el nombre de pintura estilo sumi-e (pintura en tinta china).
Comentarios
Publicar un comentario