Imperio romano: la dinastía Flavia.

Buenas a todos, mis queridos gandiartistas. Después de 40 años y medio sin subir contenido, hoy, por fin, os traigo más historia de Roma. Sin mas dilación, vamos a ver cómo sigue todo el chanchullo este de los romanos. 


Después del año de crisis internas en la capital, nuestro pana Vespasiano subió al trono y reinado de la civilización más avanzada y poderosa del momento. Este agradable sujeto gobernó entre los años 69-79. Si en la anterior, 5 emperadores formaban parte de la primera dinastía romana, aquí solo vamos a encontrarnos con 3: Vespasiano, Tito y Domiciano. Algo a destacar (que, en realidad, debería callármelo hasta hablar del arte romano) es que, bajo esta dinastía, se contruyó el Coliseo. El famoso e inigualable. Bueno, volviendo al señor Tito Flavio Vespasiano, comentar que la zona de Judea va a tener especial importancia en esta dinastía. Para empezar, en el 66 d.C. hubo una revuelta y Vespasiano fue enviado para detenerla, lo que le hizo ganar el favor de Nerón. El resto ya lo sabemos. A diferencia de lo que pasaba con Nerón, Vespasiano vino para cambiar cosas. En primer lugar, tenemos el apartado legislativo. El Regio de Imperio Vespasiani Lex era una nueva ley que, a diferencia de Augusto y sus sucesores, quienes aplicaron el derecho de convertir al Emperador en un hombre excepcional, Vespasiano es reconocido como un magistrado del pueblo romano. Por lo tanto, solo es un administrador de bienes públicos y alguien con mayor importancia. Nada más. De esta forma, se acercaba al pueblo.

El tito Vespa fue un tipo con ojo para la economía, y es que había que ir recuperando todo el dinero que el cabrito de Nerón había malgastado. Más le valía saber manejar un imperio. Tuvo que sacar mucho dinero y rápidamente, por una parte reduciendo el número de soldados que había destinados en lugares lejanos como Germania (para no tener que pagarles tanto jeje). Por otra parte, empezó a requisar bienes de gente que se había enriquecido ilegalmente (según él). Un tipo un tanto extraño la verdad. A los judíos les tocó la peor parte: se les impuso un impuesto especial, el Judaicus Fiscus, como castigo por haberse rebelado. A parte del tema legislativo, Vespasiano le dio caña al tema militar, reforzando las fronteras. Como ya se había tomado en serio su papel de puro y virginal, limpió a la nobleza romana eliminando del poder a aquellos que le parecían amorales, defendiendo a los miembros más débiles de la nobleza. Resumen: era un caballero de la ética y la moral. Pero, ojo amigos, que no todo termina ahí. Vespasiano seguía reformando y reformando, y se pasó al Senado, donde redujo su influencia. F por el Senado. No olvidemos su faceta constructora, a parte del tema del Coliseo. Pero, probablemente, ese será un tema que trataré en Twitter (algún día). Y no solo fue un tipo constructivo, sino también destructivo, ya que destruyó la Domus Aurea, contruída por Nerón, palacio contruído apropiándose de tierras de la gente. En su lugar, puso al Coliseo.


Y, con esto, llegamos al final de la vida de un emperador el cual, curiosamente, no murió ni apuñalado, ni envenenado, ni se suicidó. Nuestro anciano amigo murió de enfermedad. ¿Cuál? ni idea, no soy 100tífico. La idea de este blog es entretener e informar lo suficiente. Resumen final: Vespasiano dejó a su hijo un imperio en fase de reconstrucción avanzada, las finanzas se recuperaron y las fronteras del Imperio se estabilizaron. El balance de Vespasiano es, por tanto, bastante positivo. FIN.

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