Imperio romano: El sucesor de Caracalla.




Buenas a todos, mis queridos gandiartistas. Después de 40 años y medio sin subir contenido, hoy, por fin, os traigo más historia de Roma. Sin mas dilación, vamos a ver cómo sigue todo el chanchullo este de los romanos!!!


En fin, que tras la muerte de otro tirano, aka Caracalla, y tras un breve reinado por parte de Macrino, jefe de pretorianos del mentado emperador, tenemos esta maravillosa tarde de miércoles, a un agradable sujeto llamado Heliogábalo. Vamos a ver qué pasó con este señor. Nuestro amigo Vario Avito Bassiano se cambió al otro nombre en honor al dios sol de la ciudad de Emesa, actual Siria, en la cual se desempeñaba como sacerdote jefe. Vamos, que la historia de Roma cada vez se va poniendo más xD, y es que ahora tenemos a un emperador que es un sacerdote sirio. Maravilloso. Al final, la subida al trono de Heliogábalo fue un plan secreto para quitarse de encima a Macrino. Cuando subió al trono, se cambió el nombre a Marco Aurelio Antonino. Reinaría entre los años 218-222 d.CEmpezando con sus cositas, hay que decir que le chupaba una berenjena la vida cotidiana romana y las formas de vestir, ya que iba vestido con trajes extranjeros y ''de bárbaros''. Pasando totalmente del reinado y solo centrado en adorar a su dios, dejó el gobierno del imperio en su madre, Julia Soemia. Nuevamente, la historia es de quienes la escriben, y especialmente, en este caso no hay nada nuevo. Según algunos historiadores, Heliogábalo fue un psicópata sexual al que le molaban mazo las orgías y todas esas fiestas desenfrenadas locas de la vida, a parte de contar con un carácter sombrío y duro. Un cóctel maravilloso vaya. Se dice también que le molaban mucho las fiestas homosexuales y no llegó a tener ningún hijo. 

Como gobernante y administrador de la economía del país, fue peor incluso que Calígula o Cómodo. Puso en altos cargos a su gente preferida, completamente incompetente. La gente se empezaba a mosquear de verdad y, ¿qué hace el emperador para paliar esto? nada, que voy a condenar a muerte a la gente y quedarme con sus bienes para el estado. Un tipo pacífico y resolutivo donde los haya. La última etapa de su vida se resume en que quiso nombrar un coemperador, un supuesto primo suyo llamado Marco Aurelio Severo Alejandro, de 13 años de edad. Sin embargo, Alejandro Severo sí que había recibido educación romana y se comportaba como un auténtico romano, por lo que el pueblo le otorgaba su afecto. Heliogábalo empezó a sospechar del otro emperador, por lo que trató de deshacerse de Severo, pero los pretorianos, nuevamente, acudieron para salvar el día, por lo que terminaron asesinando a Heliogábalo junto a su madre, arrojando sus cuerpos al Tíber más tarde. Y aquí termina la vida de otro de los 50 millones de emperadores que gobernaron en la ciudad eterna favorita de todos. 


Hala, fin. 




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