El usurpador del trono de Graciano: M. Máximo.


Imagen extraída de: https://www.elespanol.com/quincemil/articulos/cultura/el-gallego-que-fue-emperador-de-roma-e-inspiro-las-leyendas-del-rey-arturo

Buenas a todos, mis queridos gandiartistas. Después de 40 años y medio sin subir contenido, hoy, por fin, os traigo más historia de Roma. Sin mas dilación, vamos a ver cómo sigue todo el chanchullo este de los romanos!!!


Tras la muerte (desastrosa, aunque eso es sinónimo de habitual en Roma) de nuestro pana Graciano el joven, durante una campaña en Galia, el trono de la Roma occidental pasa a manos del asesino del primero, el señor Magno Clemente Máximo, quien llegó a reinar entre los años 383-388. Oriundo de Hispania, se sabe poco de sus primeros años de vida. Sirvió al actual emperador del imperio de Oriente, Teodosio el Viejo, padre del famoso Teodosio I el grande. Acompañaba al primer Teodosio a sus campañas en África, ambos al servicio de Valentiniano I. Más tarde, muerto ya Teodosio el viejo, Máximo fue enviado a Britania a guerrear con las tribus y sofocar las habituales revueltas que se producían por aquí y por allá. Como ya sabemos, fue nombrado emperador por sus soldados, quienes profesaban una especial antipatía por el pobre Graciano. El resto ya es historia. Tras quitárselo de encima, instauró la capital en Tréveris, ejerciendo el control sobre Britania, Hispania y la Galia. Se ve que, mientras en el norte, se nombraba emperador a este tipo, en el sur surgió Valentiniano II, quien ya se estaba viendo una pelea con el asesino de su hermano. Efectivamente, Magno marchó hacia Italia para eliminar al nuevo Valen, aunque en el camino se encontró con uno de los famosos Padres de la Iglesia, San Ambrosio, quien fue enviado para hablar con el usurpador. De esta manera, Valen II se fue a Oriente a buscar la ayuda de Teodosio I el Grande, el inigualable, el todo. Al final, todo se quedó en que hubo 3 emperadores. Magno Máximo fue un agradable sujeto que se interesó mucho por perseguir las herejías, como la prisciliana iniciada por el obispo Prisciliano de Ávila. Por otra parte, no consiguió frenar las tropas del norte que avanzaban sobre el muro de Adriano, territorio que fue perdido definitivamente. Cada vez, las incursiones de tribus bárbaras eran más frecuentes, ganaban más terreno y eran más atrevidas. Cansado de estar en el norte, se pasó por el pito del sereno el acuerdo mantenido con Valentiniano II e invadió Italia con la excusa de querer defender el catolicismo, ya que Valen era arriano, aka hereje. Nuevamente, hizo que Valen se fuera a casita de Teodosio I, aunque este gran hombre llegó a Italia con un gran ejército y le dio bien duro en el culete al usurpador en dos ocasiones. Magno logró huir, aunque, irónicamente y como le ocurrió a Graciano, fue traicionado por sus soldados y murió a manos de Teodosio I en el 388. Fin de las hostilidades. Nótese que Roma ya hacía varias décadas que iba cuesta abajo y sin frenos. Esto ya es decadencia total señores. Solo queda esperar al final de todo. 


Hala, fin. 

Comentarios

Entradas populares