La romanización de Hispania.
Tras la victoria definitiva romana en las Guerras Púnicas, Roma fijó su mirada en Hispania y empezó el proceso de conquista de todo el país. La conquista de Hispania empieza en la Segunda Guerra Púnica, y sufrió varias fases: la primera fue la conquista de la fachada mediterránea, los Valles del Ebro y el Guadalquivir (218-170 a.C.), para hacer frente al avance cartaginés. Roma envió a los Escipiones mayores y, más tarde, Publio Cornelio Escipión conquista Cartagena y el Valle del Guadalquivir. Tras estos acontecimientos, Hispania se divide en dos provincias: Ulterior (poseedora del río Betis y abarcando el suroeste peninsular) y Citerior (atravesada por el Ebro, la más próxima a Roma y abarcando el noreste del país). Segunda fase: 155-133 a.C. Las guerras fueron entre romanos e indígenas: las guerras celtíberas y lusitanas, destacando la figura de Viriato quien prolongó el conflicto durante 11 años, al oeste del país. Al norte, las legiones trataron de doblegar a los celtíberos hasta la caída de su ciudad principal, Numancia. Tercera fase: la conquista del norte, 27-19 a.C. al mando del propio emperador, Augusto, tratando de doblegar a los cántabros, astures y galaicos. Con esta última etapa, se consiguió el dominio de los territorios de la Península. Augusto dividió Hispania en 3 provincias: Bética, Tarraconense y Lusitania. En el siglo IV, Diocleciano dividió la Tarraconense en otras 3: Gallaecia, Carthaginensis y Tarraconensis En total, un país dividido en 5 provincias. Hispania se convirtió en una unidad cultural, política y administrativa hasta el siglo V d.C. Las primeras ciudades romanas fueron construidas sobre las antiguas indígenas; los romanos asimilaron política y militarmente a sus antiguos residentes. Más tarde, la integración pasó a ser cultural, y los asimilados fueron los principales productores de cultura romana en el país. Sin embargo, no en todas las zonas de Hispania se produjo una asimilación tan rápida, sino que hubo resistencias, que terminaron cuando llegó Augusto a seguir romanizando la Península.
*Romanización = proceso de asimilación de cultura, sociedad y política de los romanos por un pueblo conquistado. Duró 6 siglos y presenta diversos factores: el derecho de ciudadanía romana (grandes privilegios, como formar una familia con praenomen, nomen y cognomen propios; derecho a realizar testamento; derecho al matrimonio y derecho a emprender acciones judiciales); fundación de colonias (ciudadanos romanos viven en ciudades extranjeras romanizadas como si se tratara de la propia Roma y, con el tiempo, esta forma de vida es asimilada por los indígenas); la influencia del ejército, el transmiror fundamental de la lengua materna, el latín (Los soldados hispanos reclutados adquirían privilegios y contribuían a la romanización); la propia lengua latina se impuso a todas las demás a excepción del euskera (esto se hizo por medio de funcionarios, maestros, soldados y comerciantes, ya que era la lengua universal del Mediterráneo) y, por último, la extensa red de comunicaciones (gracias a las calzadas romanas, las cuales facilitaron la comunicación costera como interior, aumentando signifcativamente el desarrollo del comercio entre todas las zonas del país y, por tanto, portadoras de la romanización de una forma mucho más rápida).
Fuentes utilizadas.
Webgráficas.
- https://www.lamoncloa.gob.es/espana/paishistoriaycultura/historia/Paginas/index.aspx
- https://www.red2000.com/spain/primer/1hist.html
- https://www.donquijote.org/es/cultura-espanola/historia/
- https://historiaespana.es/
- https://curiosfera-historia.com/historia-de-espana/
- http://www.ub.edu/histodidactica/index.php?option=com_content&view=article&id=100&Itemid=134
Bibliográficas.
- BARTON, Simon (2009). A history of Spain. Basingstoke: Palgrave Macmillan.
- GARCÍA DE CORTÁZAR, Fernando (2007). Historia de España: de Atapuerca al Estatut. Planeta.
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