Los primeros colonizadores de la Península Ibérica.
Los primeros en llegar a España fueron los pueblos indoeuropeos: su origen se remonta al 2000 a.C. Desde el oeste hacia el este, fueron viniendo distintas tribus, buscando nuevas tierras en las que vivir, desde Rumanía y Hungría hacia otras partes de Europa, surgiendo los celtas, los germanos, los tracios o los griegos. A los pueblos indoeuropeos también se los conoce como prerromanos. Los primeros fueron los iberos, indigetes, turdetanos, celtas, galaicos, astures, cántabros, várdulos, vascones y tartesos. Los iberos se asentaron al sur y este del país. Los celtas, en el norte y centro del país. En el norte, también estaban los galaicos, astures, cántabros y vascones. En el centro tenemos a vacceos, vetones, carpetanos, celtíberos (mezcla de los dos pueblos más fuertes, los celtas y los íberos) y lusitanos. En el este, tenemos a los indigetes, layetanos, edetanos, mastienos y bastetanos, mientras en el este se asentaron los turdetanos, de los cuales se cree que pudieron fundar la cultura de Tartesos. Considerado primer estado peninsular, Tartesos comprendía la costa andaluza y crearon obras de arte como el Tesoro de Carambolo. Se desarrolló en la primera mitad del primer milenio a.C. Por su parte, el resto de tribus indoeuropeas vivían a base de la agricultura, ganadería, comercio entre ellos y la minería. Empezaron a formar pequeñas ciudades en zonas fácilmente defendibles y había presencia de jerarquización social, con esclavos y aristocracia, y dirigidos por reyes o caudillos. Algunas tribus más destacables, como la de los celtíberos, vivían también en poblados amurallados (como la ciudad de Numancia) y fueron creadores de la Cultura de los Verracos, en el Valle del Tajo. Hay que añadir que las tribus más atrasadas fueron las del norte, galaicos, astures, cántabros, várdulos y vascones, que vivían de lo mismo que el resto, pero sin comerciar y con poca agricultura. Entre estos pueblos, sigue habiendo presencia de religión a los fenómenos naturales, y se tiene constancia de prácticas de adivinación y augurios. Tras muchos años de presencia indoeuropea en España, los siguientes en llegar fueron los fenicios, los primeros comerciantes de la historia.
Los fenicios: empezaron a llegar a España en el siglo 9 a.C. venidos de Oriente, atraídos por las riquezas del sur de la Península. Fundaron las primeras colonias, llamadas Malaka y Gadir, las actuales Málaga y Cádiz. Estos fueron los primeros asentamientos fenicios, los cuales llevaron a cabo constantes relaciones comerciales por todo el Mediterráneo y Atlántico, hacia las Islas Canarias y parte de la costa de África. Se interesaron solamente en los beneficios comerciales y económicos, e iban llevando las distintas aportaciones de distintos países por todo el Mediterráneo. En España, los fenicios buscaron metales preciosos y pescar atún para comerciar con Roma, que realizaba el famoso garum. El final de los fenicios vino con la caída de sus ciudades principales, Tiro y Sidón, por Nabucodonosor. Los fenicios se quedaron en la Península hasta la llegada de los cartagineses.
Los griegos: al igual que los anteriores, este pueblo empezó a expandirse fuera de Grecia y a fundar colonias con fines comerciales y conseguir otros recursos, especialmente metales, con los que soportar a sus propias poblaciones, que iban siempre en aumento demográfico y demandaban materias de todo tipo. Los griegos la llamaban Iberia y su primera colonia fue en el norte, en Francia (Massalia = Marsella). La primera colonia en Iberia fue Emporion (Ampurias), como puesto comercial en el 575 a.C. Más tarde fundaron Rhodas (la actual Rosas). Se dice que llegaron hasta el sur, hasta la ciudad de Tartesos, y comerciaron con su rey, Argantonio en la primera mitad del siglo VII.
Los cartagineses: Cartago fue fundada por los fenicios en la costa de la actual Túnez, a principios del 1000 a.C. Fue prosperando rápidamente y pasó de simple colonia a ciudad importante en el Mediterráneo. Los cartagineses empezaron una política expansionista que les llevó a Iberia, en busca de minerales, pescado y metal. La presencia cartaginesa en España aumentó radicalmente tras su derrota en la Primera Guerra Púnica. Los africanos necesitaban sobrevivir a las penas económicas impuestas por Roma, por lo que el general Amílcar Barca se fue a Iberia a buscar recursos. Llegaron a Gadir y pretendieron crear un nuevo imperio cartaginés, para poder enfrentarse nuevamente a la gigantesca Roma. Una a una, dominaron todas las ciudades ibéricas de la zona levantina, hasta que llegaron a la actual Cartagena y a Sagunto, lo que llevaría, en el futuro, a la Segunda Guerra Púnica contra los romanos y el inicio de la romanización del país.
Fuentes utilizadas.
Webgráficas.
- https://www.lamoncloa.gob.es/espana/paishistoriaycultura/historia/Paginas/index.aspx
- https://www.red2000.com/spain/primer/1hist.html
- https://www.donquijote.org/es/cultura-espanola/historia/
- https://historiaespana.es/
- https://curiosfera-historia.com/historia-de-espana/
- http://www.ub.edu/histodidactica/index.php?option=com_content&view=article&id=100&Itemid=134
Bibliográficas.
- BARTON, Simon (2009). A history of Spain. Basingstoke: Palgrave Macmillan.
- GARCÍA DE CORTÁZAR, Fernando (2007). Historia de España: de Atapuerca al Estatut. Planeta.
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