Liberalismo y Carlismo. Conflictos políticos en el siglo XIX.
Durante este siglo, España se transforma profundamente. Se moderniza la agricultura y nace la industria moderna. La monarquía absoluta se sustituye por una monarquía parlamentaria y constitucional. Desaparece la Inquisición y los derechos señoriales, la sociedad feudal da paso a una sociedad de clases, compuesta por la clase burguesa y la clase trabajadora. Todo este proceso, iniciado en Inglaterra, es conocido como la Revolución Industrial y la Revolución liberal. De todas formas, el sector predominante en la economía española fue la agricultura. El régimen parlamentario no conseguía consolidarse, debido a una práctica llamada caciquismo = entramado de relaciones sociales que definían la vida política durante los años de la Restauración Borbónica. Era una de las múltiples formas de manifestarse la influencia de los caciques, cuyo punto fuerte era el mundo agrario y, en menor medida, el mundo urbano. En una España casi totalmente rual, las tierras de la Meseta central y el sur del país, eran campos abandonados donde creció el poder de los caciques, líderes locales reacios a las reformas del siglo XIX. Por otra parte, la burguesía no tenía tanta influencia como en el resto de Europa. Aun así, España terminó entrando en la Edad Contemporánea con su modernización. Seguían habiendo partidarios del absolutismo y partidarios del reciente liberalismo, por lo que se empezaban a producir conflictos, guerras civiles, pronunciamientos y luchas entre los propios liberales. Todos estos eventos llevsaron a la caída de la monarquía y al nacimiento de la Primera República en España, para terminar con la llamada Restauración Borbónica, concluida con Alfonso XII, hijo de Isabel II de España. El sistema parlamentario estaba en declive, hasta que en 1917, desembocó en una gran crisis bajo el reinado de Alfonso XIII, lo que supuso el fin de la monarquía. Otros aspectos del país se fueron modernizando, como la economía, la industria textil catalana o la siderurgia vasca. Se explotaron las minas para comerciar con industrias extranjeras y se mejoró la comunicación a todo lo largo y ancho del país, a través de una red de ferrocarriles. Se ampliaron y mejoraron las carreteras. No todo fue construir, ya que el antiguo imperio español se iba destruyendo poco a poco en América.
Por otra parte, la crisis dinástica y la ausencia de la Corona, provocó diversas posturas en el país: la soberanía nacional (la autoridad que reside en el pueblo a través de los órganos que lo representan) debía estar junto a la Corona en las instituciones tradicionales (Cortes estamentales). Este grupo de gente defendía la vuelta a un régimen absolutista y, con el tiempo, se les dio el nombre de carlistas. El carlismo = movimiento y doctrina política que se opone al liberalismo. Los carlistas apoyaban a Carlos de Borbón para suceder a Fernando VII en lugar de Isabel II de España, quien subiría al trono en 1833. El carlismo era tradicionalista (seguir con las cosas de toda la vida, la tradición) y absolutista. Defendían la monarquía y la religión católica. Este movimiento duró hasta la caída del franquismo en 1975. Participó en enfrentamientos armados y fue parte de la política española. En sus inicios, el carlismo surgió como oposición al liberalismo por los sectores más conservadores de la sociedad. Al morir Fernando VII en 1883, empezó el conflicto entre Isabel II (hija) y su tío, Carlos de Borbón, hermano del fallecido. Mientras que Isabel II defendía las reformas y la modernidad, Carlos defendía los privilegios de la aristocracia y la Iglesia católica. Ganó Isabel e inmediatamente, el carlismo empezó a actuar para quitársela de encima. Las sublevaciones de los carlistas fueron llamadas las Guerras Carlistas. La Primera Guerra Carlista duró entre 1833-1839, muriendo cerca de 200.000 personas. La Segunda se extendió entre 1846-1849, menos trágica. Entre 1872-1876, tuvo lugar la 3ª Guerra Carlista.
Los opositores a los carlistas fueron los liberales moderados, pasando a llamarse más tarde conservadores. Defendían una nación dirigida por las Cortes y el rey. Sus principales ideas eran: estado confesional católico, fortalecimiento del poder real, capitalismo puro, paz interna nacional y centralismo ubicado en Madrid. Los carlistas, por su parte, querían una vuelta al Antiguo Régimen y los liberales, un cambio profundo que transformara la sociedad en una igualitaria, todos los ciudadanos iguales ante la ley. Su triunfo fue en parte gracias al apoyo británico a las causas liberales. Los liberales suprimieron señoríos jurisdiccionales, desvincularon tierras de la Iglesia e introdujeron millones de hectáreas en el mercado, multiplicando el área cultivable y las producciones agrarias. Los liberales defendían el libre mercado, perseguían ensanchar el mercado y una reforma agraria.
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