Arte japonés: cronología de artistas III. Periodo Azuchi-Momoyama.
Más de un año después, retomo este emocionante recorrido por el arte japonés. Así pues, mis queridísimos (qué ganas tenía de volver al saludo oficial joder) gandiartistas, sin más jodida dilación, ¡VIAJEMOS A JAPÓN!
Tras las constantes guerras internas en Japón, algunos shogunes importantes comenzaron un proceso de unificación de los líderes bajo un gobierno central conocido como este periodo. Pertenece a los siglos XVI-XVII. Los estilos artísticos no necesariamente cambiaron con cada cambio en el sistema político, ya que muchas figuras culturales estuvieron en activo durante varios periodos. Para este gobierno central, se selecció a Azuchi, ciudad a orillas del lago Biwa, al este de Kyoto. Será aquí donde se construyó el castillo del shogun Nobunaga, castillo que servirá de gran inspiración al pintor principal de la época, Kano Eitoku. Este periodo fue una especie de luz tras la oscuridad de la guerra. La escuela Kano sigue en funcionamiento y con gran reputación. De aquí saldrá Kano Eitoku, bisnieto del fundador, especializado en pinturas murales, pasiajes monumentales situados en puertas correderas etc. Resumen: enormes pinturas murales, encargadas para decorar castillos y palacios de la nobleza militar. Sin embargo, a parte de la Kano, también había otra escuela de arte, la academia Tosa, la cual se centró en la tradición yamato-e (léete las entradas anteriores crack), además de pinturas de pequeño tamaño e ilustraciones de clásicos literarios en formato libro. Artistas de este periodo, a parte de Eitoku, podríamos mencionar a Kano Sanraku y Kaiho Yusho.
En cuanto al primero de estos artistas, Eitoku, hay que decir que nació en Kyoto, aprendió el estilo de su abuelo, influenciado por la pintura china. Sus habilidades artísticas, lo convirtieron en uno de los artistas más apreciados por militares como Oda Nobunaga, Toyotomi Hideyoshi, por lo que será usual ver en sus obras símbolos de heroísmo, virtud y poder militar, así como la representación de dragones, águilas, leones y tigres. Se encargó de pintar pinturas murales en los paneles de pared del Castillo de Azuchi, construido por Nobunaga. No se conserva ninguna obra de este castillo, ya que fue arrasado, aunque un visitante dejó por escrito en sus diarios el extenso uso de pan de oro e incrustaciones de piedras preciosas, con el objetivo de que la luz natural hiciera brillar más aún las habitaciones y para demostrar el poderío del jefe del castillo. La principal contribución artística de Eitoku, fue el uso del llamado estilo monumental, caracterizado por pinceladas rápidas y grandes motivos decorativos que ocupan gran parte del plano pictórico. Poco más se puede decir de este señor, ya que en general no se conserva tanta información sobre historia del arte japonés.
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