Época Arcaica en Grecia


Imagen extraída de: https://historia.nationalgeographic.com.es/edicion-impresa/articulos/esparta_17467


Tras los años oscuros, en Grecia empezó la Época Arcaica, la cual abarca desde el siglo VIII hasta el VI a.C. Se produjeron importantes innovaciones respecto a tiempos anteriores: se desarrolló la escritura, empezaron a emitirse monedas para comerciar, se desarrollaron las ciudades-estado (polis), surgió la figura del legislador, encargado de gobernar una polis y de organizarla mediante leyes, se formaron los primeros ejércitos de hoplitas griegos y se introdujo la caballería en los mismos. Las fuentes históricas son más abundantes, además de la existencia de fuentes literarias. El nacimiento de las polis fue el fenómeno más destacable de la Grecia arcaica. Se trató de una forma de organización política apliacada a lo largo de toda la Hélade, el término que utilizaban los griegos de la época para referirse a su territorio. El término de Grecia no existía, por lo que es más propio decir que eran helenos y vivían en la Hélade. Una ciudad-estado era lo que su nombre indica: un pequeño estado autogobernable e independiente de sus vecinos, normalmente abarcando una sola ciudad. A nivel territorial, se plasmaba en 2 espacios: el asty, núcleo urbano que funcionaba como capital de estado. Concentraba el poder político y religioso en el ágora o plaza pública central. Alrededor del ágora, se encontraban los lugares, monumentos y edificios más emblemáticos e importantes de la polis, desde templos y bibliotecas hasta tumbas y lugares de asamblea de los ciudadanos. Por otra parte, tenemos el chora, territorio rural dependiente de la polis donde vivía la mayor parte de la población, concentrada en aldeas (komai). El tamaño de las polis era muy variable, teniendo ciudades como Esparta (8500 km², más o menos del tamaño de Almería) o Atenas (2600 km², un poco menos que Álava), aunque la mayor parte de las ciudades no llegaban a los 1000 km². Durante este periodo, las monarquías evolucionaron hacia sistemas de gobierno oligárquicos, es decir, las polis eran gobernadas por un grupo de personas poderosas y pertenecientes a clases sociales privilegiadas. Y es que, durante la edad oscura, cada región estaba gobernada por un rey, derivando en oligarquías formadas por familias ricas con tierras y que aseguraban la defensa de su comunidad.


Leyes y reformas

Los legisladores no surgieron en todas las polis, mientras en que otras había varios, como en Atenas. Su principal aportación, fue asegurarse de la aplicación de justicia y derecho de una forma más objetiva. Como consecuencia, el pueblo llano salía favorecido frente a los abusos de nobles y oligarcas, acostumbrados a ser los únicos jueces y a interpretar las leyes de forma conveniente. Un ejemplo de estos legisladores fue Dracón, encargado de instaurar un derecho común para todos, además de establecer que la responsabilidad ante los delitos fuera personal y no familiar, suprimiendo la tradicional costumbre de la venganza entre familias.  Por otra parte, el legislador Solón sentó las bases teóricas de la democracia ateniense, que después pondría en práctica Clístenes y Pericles llevó a su máximo esplendor. Estos 4 hombres vivieron en Atenas. El principal objetivo de Solón, fue defender al pueblo llano frente a los nobles, apoyando la propiedad privada y las riquezas personales provenientes del comercio y la artesanía. Estableció muchas medidas, entre las que destacan la prohibición de esclavizar a un ciudadano ateniense por sus deudas, la fijación de la extensión máxima de la tierra privada,  la intervención del Estado ateniense en la economía de la polis, con objeto de favorecer el autoabastecimiento de productos esenciales, el fomento de la actividad artesanal y, sobre todo, la división de los ciudadanos atenienses en 4 grandes clases según su riqueza (valorada en medidas de grano o medimnos). Estas clases son las siguientes: los pentacosiomedimnos (ciudadanos con un censo igual o superior a los 500 medimnos), los triacosiomedimnos (igual o más de 300 medimnos), los diacosiomedimnos (igual o más de 200), los zeugitas y los thetes (ciudadanos pobres, menos de 200 medimnos). Esta división social, servirá más adelante para la organización militar de las falanges griegas. Los ''pentas'' serán los suministradores del ejército, mientras que los ''trias'' formarán la caballería, los zeugitas la infantería pesada y los thetes la infantería ligera y flota marítima. Los cargos más elevados en Atenas eran los de arconte y miembro del Areópago, limitados a las clases privilegiadas. Los thetes quedaban excluidos de las magistraturas. Por último, Solón creó el consejo de ancianos o Bulé, formado por 400 miembros (100 por cada ''tribu'' ateniense), revitalizó el tribunal popular o Helieo y reformó también el Areópago, tribunal reservado a las clases privilegiadas. 


Enfrentamientos y tiranos

Sin embargo, ningún grupo social se sintió satisfecho con las reformas: los nobles salían claramente prejudicados, mientras que las clases populares exigían más derechos y libertades. Según cuentan los historiadores de la época, se generó en Atenas un clima de tensión y enfrentamiento político, llamado stasis, entre 3 grupos diferentes, liderados por 3 jefes diferentes: los diacríos eran pequeños agricultores de la Diacría, al noreste del Ática. Estaban dirigidos por Pisístrato. Los pedieos eran nobles terratenientes al suroeste de Atenas, donde las tierras eran más fértiles. Su líder era Licurgo. Por último, los paralios integraban a pequeños campesinos, comerciantes, artesanos y armadores de barcos, todos ellos asentados en la zona costera del Ática. Estuvieron liderados por Megacles. Al igual que ocurrió con los legisladores, con el tiempo terminó surgiendo una nueva figura política que sustituyó, en muchas polis, a los legisladores: los tiranos. A mediados del siglo VII aparecieron estos conflictos sociales y políticos. Cuando no se pudieron solucionar por medio de los legisladores, se produjo la concentración de poder político en manos de los tiranos, los cuales llegaron por la fuerza y gobernaban al margen de la constitución. Por lo general, los tiranos eran aristócratas, aunque defendían al pueblo llano frente a los abusos de la nobleza, algo que también intentaron los legisladores. Esta connotación peyorativa de tirano, se debe sobre todo, a la oposición que generaba entre los aristócratas. Todas estas reformas de Solón, llevaron al descontento que, a su vez, impulsaron al poder al militar Pisístrato, que se convirtió en tirano en Atenas. Apoyado por la masa popular y sin abolir las instituciones anteriores, terminó con el poder de los nobles, repartió las tierras e impulsó la economía y cultura de su polis. Su gobierno fue moderado y supo atraerse la simpatía de la mayoría de los atenienses. Los hijos de Pisístrato heredaron el cargo de su padre y se portaron como tiranos en el sentido más negativo del término. Esto provocó su expulsión de la polis a finales del siglo VI a.C. Más tarde se instauraría la democracia en Atenas, con la llegada al poder de Clístenes. Este llevó a cabo una serie de reformas que eliminaron el poder territorial de los aristócratas y pusieron a disposición del pueblo, los instrumentos efectivos para controlar a aquellos gobernantes que se sobrepasaran en su ansia de poder, como el ostracismo. El ostracismo fue una medidad creada en Atenas y dirigida a aquellos ciudadanos y/o gobernantes que se consideraban peligrosos para la ciudad. Estas fueron las primeras medidas para asegurar y desarrollar la democracia.


Formación de colonias 

Entre mediados del siglo VIII y el VI, los griegos se lanzaron a formar colonias, estados independientes desde el punto de vista político, social y económico, aunque no eran propiamente colonias, ya que dependían de la metrópolis fundadora. Las causas de estas migraciones se encuentran en la búsqueda de nuevas tierras para subsistir, el exilio debido a las luchas políticas dentro de las polis, el deseo de riquezas o aventura de algunos colonos, etc. Se descubrieron nuevas regiones y rutas comerciales gracias a las expediciones de estos griegos, al mismo tiempo que se mejoraban las técnicas de navegación marítima. La decisión de fundar una apoikía (colonia) era tomada por la polis. Esta elegía a un fundador (oikistés) para ponerse al frente de la expedición. Antes de emprender un viaje, era tradición consultar al oráculo de Delfos. Tras la fundación de la misma, se poblaba con habitantes procedentes de la polis. La fundación se revestía de ceremonias religiosas: sacrificios, rituales y traslado del fuego sagrado de la polis a la colonia. Los lugares preferidos para fundar una colonia, solían ser islas frente a la costa, penínsulas o colinas en la desembocadura de ríos. El objetivo era facilitar el contacto con los pobladores indígenas y, al mismo tiempo, procurar una fácil retirada en caso de necesidad. Más tarde, a esta primera colonia le solía seguir una segunda tierra adentro. Las colonias se construían en plano hipodámico o en damero, distribuidas en parcelas. Por lo general, las colonias griegas tendían al trato pacífico con los nativos, además de la inevitable helenización de los locales. Sobre todo, siempre se desarrollaban relaciones comerciales. Las principales zonas afectadas por la expansión griega, fueron el sur de Italia y Sicilia (la Magna Grecia), el norte del Egeo, el Mar Negro, el Adriático, norte de África y Occidente. En Italia, los griegos entraron en contaco con los pueblos itálicos y los etruscos del norte. Cerca de Nápoles, los eubeos fundaron Pitecusa, la colonia más antigua (776 a.C.). En la Magna Grecia fundaron colonias como Crotona o Tarento. En Sicilia, la colonia dominante fue Siracusa, fundada por los corintios. En el Mar Egeo, destacarán Samotracia, Mileto y Mégara. En el Mar Negro predominó la presencia de escitas y destacaron colonias como Sínope. En la zona adriática se crearon colonias como Corinto y Apolonia, mientras que en África, la colonización se centró en el delta del Nilo, donde se creó la colonia de Cirene. Occidente fue colonizado por los foceos, que se establecieron en Francia y fundaron Marsella. En la Península Ibérica, crearon las colonias de Emporion y Rodas.


Atenas y Esparta

Por último, hay que hablar de los dos sistemas de gobierno más opuestos, establecidos en las dos ciudades más importantes de toda Grecia y que, además, protagonizarán parte de su historia durante la Época Clásica: Atenas y Esparta. Atenas, como se ha comentado anteriormente, es el mejor ejemplo de gobierno democrático. Todos los ciudadanos participaban de la vida política independientemente de sus rentas económicas, aunque no todos los atenienses tenían derechos políticos. Tan solo los ciudadanos particiaban de esta política, quedando excluidos los esclavos, los extranjeros  y las mujeres. Las principales instituciones atenienses fueron la asamblea popular (Ecclesia), integrada por todos los ciudadanos varones mayores de 18 años, y el consejo (Bulé), formado por 500 miembros mayores de 30 años, elegidos anualmente mediante sorteo. La Bulé era la herramienta con que se administraba la polis. El sistema democrático ateniense llegó a su máximo esplendor con el gobierno de Pericles, militar de gran influencia y altas capacidades. Durante la Guerra del Peloponeso, Atenas fue derrotada por Esparta y entró en decadencia. Por otra parte, Esparta era una oligarquía, es decir, el poder estaba en manos de una aristocracia guerrera, los espartiatas. El poder también residía en varios órganos: los 5 éforos, elegidos anualmente y encargados de que se cumplieran las leyes. La Gerusía era la asamblea de ancianos, formada por 30 espartiatas mayores de 60 años; estos elaboraban las leyes y gobernaban la ciudad. Por último, había una asamblea popular (Apella), formada por todos los ciudadanos, en la cual se aprobaban las leyes presentadas por la Gerusía. De todas formas, la ciudad estaba liderada por un grupo de personas, a diferencia de lo que ocurría en Atenas.


FIN. 

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