Final del Imperio romano e inicios de la Edad Media: la Antigüedad Tardía
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Tras la definitiva desaparición del Imperio de Roma occidental, a partir del 476 d.C. Occidente sufrió un lento proceso de fragmentación y división territorial. Desapareció la línea que separaba a los romanos de los, hasta ese momento, considerados bárbaros. No había un solo gobernante que pudiera considerar todo Occidente como propio. Surgieron nuevos reinos bárbaros, mientras que en Oriente, continuaba habiendo un emperador que siguió el legado de la civilización romana, hasta la caída de Constantinopla en 1453. A partir de Rómulo Augústulo, los sucesores ya no fueron más que marionetas en manos de los generales bárbaros. Tras el 476, toda Italia estuvo gobernada primero por Odoacro y, más tarde, por Teodorico, rey de los ostrogodos. La reconquista de Italia por parte del emperador bizantino Justiniano, duró poco tiempo, ya que a partir del 568, la mayor parte del país pasó a manos de otra tribu germánica, los lombardos. Por su parte, los francos conquistaron el norte de la Galia; los visigodos hicieron lo mismo con el sur y, más tarde, con Hispania; por último, los sajones cruzaron el Canal de la Mancha y conquistaron Britania. Por tanto, aquí empieza el periodo de la historia de la humanidad conocido como Edad Media. Este periodo inició con la Alta Edad Media. Las tribus germánicas establecieron sus propios reinos.
Sin embargo, antes de entrar en profundidad con la Edad Media, hay que hablar del proceso de transición entre la Antigüedad y la era medieval. Esta etapa tiene su lugar en la llamada Antigüedad Tardía. Cronológicamente, este periodo empezaría en el siglo III, con la crisis tan grave que vivió el Imperio romano, hasta el siglo VIII, fecha en que tuvo lugar la expansión musulmana y la instauración del Imperio carolingio. Estos eventos significaron el total asentamiento del mundo medieval. A un nivel más profundo, la descomposición de Roma contempló el debilitamiento de la idea clásica del mundo, sustituida por la visión del cristianismo, teocéntrica y centrada en una vida más estática y contemplativa que dinámica y militar, como ocurría en tiempos de la República. Por tanto, durante la Antigüedad Tardía, los diferentes reinos del Occidente europeo, contemplaron la cristianización de la sociedad antigua.
Época de transición
En el ámbito económico, se produjo la paulatina transición entre el sistema de producción esclavista y el sistema económico feudal. En lo social, desapareció el concepto de ciudadanía romana y se empezaron a definir los estamentos medievales. En el campo de la política, también se desintegraron las estructuras centralizadas del Imperio romano, dando paso a una fragmentación y dispersión del poder. En lo ideológico y cultural, la cultura clásica fue absorbida por las religiones y culturas teocéntricas, como la cristiana y la islámica, cada una en su momento histórico. La Edad Media no surgió bruscamente tras el año 476, sino que fue formándose durante años, concretamente durante 5 siglos (desde el siglo III hasta el siglo VIII). Durante el Bajo Imperio romano, el proceso de medievalización del mundo, empieza a entrar en funcionamiento: se va difuminando la diferencia entre esclavo y colono, un hombre libre campesino, aunque sujeto a condiciones cada vez más cercanas a la servidumbre. Se intensifica la ruralización y la jerarquización de la sociedad, desvinculando el mundo occidental del oriental. Por otra parte, el cristianismo se convirtió en la nueva religión oficial del Imperio, a raíz del Edicto de Tesalónica de Teodosio I (380), precedido por el Edicto de Milán del 313, emitido por Constantino I, que otorgaba libertad de culto para los cristianos y el cese de las persecuciones y confiscación de los bienes de la Iglesia.
FIN
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