Los visigodos y el reino de Toledo


Imagen extraída de: https://historiaespana.es/edad-antigua/reino-visigodo


Las relaciones entre visigodos y romanos fueron variando, pactando y creando alianzas cuando era necesario, y enfrentándose cuando el interés era el contrario. Los visigodos llegaron a  Italia bajo el mando de Alarico I, invadiendo la península y saqueando la misma Roma en el 410. Más tarde, se establecieron en la Galia como aliados de Roma, donde crearon el reino visigodo de Tolosa (Toulouse). Más tarde, la autoridad de esta tribu se extendió a Hispania aprovechando el vacío de poder que había dejado la caída del Imperio romano de Occidente. En el 507 fueron derrotados por los francos de Clodoveo I en la Batalla de Vouillé, por lo que los visigodos bajaron a la Península Ibérica y desplazaron a los suevos, vándalos y alanos que se habían establecido anteriormente. En este país, el rey visigodo Recaredo I se convirtió del arrianismo al cristianismo, posibilitando la efectiva fusión con los cristianos hispanorromanos. La península no fue totalmente sometida hasta el siglo VII. Los alanos y vándalos se trasladaron a África, mientras los suevos se quedaron en su región al noroeste. 

Con el paso del tiempo, el reino visigodo empezó a sufrir frecuentes disputas internas, relacionadas con la sucesión al trono, lo que ocasionó el progresivo declive del reino y permitió, también, la entrada de los invasores musulmanes venidos del norte de África. En el año 711, un ejército formado por árabes y bereberes derrotó a los visigodos en la Batalla de Guadalete. El rey visigodo implicado fue Rodrigo, el cual murió en la batalla, así como muchos miembros de la élite gobernante. Después de esto, el reino visigodo de Toledo colapsó rápidamente. Esto supuso una nueva etapa en la historia de España y la entrada de la península en su propia Edad Media. 


FIN

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