Los reinos de Francia y Alemania (de Enrique II a Lotario II)
Imagen extraída de: https://es.wikipedia.org/wiki/Enrique_V_del_Sacro_Imperio_Romano_Germ%C3%A1nico
Tras el fructífero reinado de Otón III, llegó al trono de Francia Enrique II el Santo, rey alemán y nuevo emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Al morir el rey anterior, Enrique se convirtió en rey de Alemania y existía cierta oposición a esta elección, aunque fue elegido de todas maneras. Fue coronado emperador por el Papa Benedicto VIII en 1014. Su reinado estuvo caracterizado por las campañas militares en Polonia, Italia y sus intereses en las cuestiones de la Iglesia. Enrique fue un monarca cuyas acciones tuvieron unas repercusiones muy importantes para la historia de la Iglesia: solicitó al Papa Benedicto VIII la recitación del Credo con la inclusión del Filioque (fórmula popularmente aceptada en los territorios francos y germanos). El Filioque es una frase proveniente del latín que significa ''y del Hijo'', cláusula insertada por la teología cristiana en la versión latina del Credo, llamado coloquialmente ''el Credo largo''. El Papa accedió a esta renovación del Credo, pasando de las frases ''y en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre'' a añadir junto al Padre, también al Hijo. Por primera vez, se aceptó el Filioque en Roma. Este hecho fue fundamental, pues fue una de las justificaciones para la separación de las iglesias ortodoxas orientales tras el Cisma de Oriente, en el año 1054. Enrique murió en el 1024, dejando un trono sin descendencia. Fue sucedido por Conrado II.
Reinado de Conrado II
Conrado II fue el siguiente monarca del SIRG, cargo que desempeñó hasta su muerte en 1039. Cuando la línea imperial otoniana quedó sin sucesor, una asamblea de príncipes electores nombró a Conrado como nuevo rey. Fue coronado emperador por el Papa Juan XIX en Roma. Conrado adoptó muchos aspectos del gobierno de Enrique, sobre todo en lo referente al papel y la organización de la Iglesia. A diferencia de reyes como Otón I y Enrique II, que habían mostrado preferencia por los hombres de la Iglesia, Conrado sustituyó a estos eclesiásticos en las funciones administrativas, colocando a hombres civiles, lo que lo enfrentó a los grandes señores y al clero terrateniente. Debido a que dependía de los obispos en Italia, mediante el Edicto de Pavía del año 1037, Conrado convertía en hereditarios los pequeños feudos, disminuyendo su dependencia de los vasallos directos de un obispo. Esto le procuró el apoyo de la pequeña nobleza y de la élite militar. Su reinado marcó un punto clave del dominio imperial, durante un periodo relativamente pacífico para el Imperio. El sucesor de Conrado fue Enrique III.
Reinado de Enrique III
También llamado Enrique el Negro, fue otro de los reyes de la dinastía salia. Se convirtió en rey a la muerte de su padre, Conrado II. Fue coronado emperador por el Papa Clemente II en 1046. Claro representante de uno de los rasgos principales del SIRG, el cesaropapismo,es decir, la fusión del poder imperial y papal en la figura del monarca, sometiendo a la Iglesia a la autoridad del emperador. Durante su reinado, el Sacro Imperio llegaría a su apogeo. Su reinado estuvo marcado por los conflictos con los duques alemanes por conservar la autoridad, así como sus apoyos a las reformas internas de la Iglesia. También trató de extender su autoriad por el reino de Hungría, atacándolo varias veces sin éxito. Sus pretensiones de crear un reino vasallo, solo desaparecieron con la muerte de Enrique III en 1056. Fue sucedido por su hijo Enrique IV, que mantuvo su política de apoyo a la Iglesia.
Enrique IV
Se trató de un rey que fue obligado a abdicar en el año 1105. Su reinado estuvo caracterizado por los conflictos con la Santa Sede. Enrique insistió en el derecho real de nombrar abades y obispos, lo que fue considerado por los clérigos reformistas, como actos de simonía (comprar, vender y/o negociar con cosas espirituales, un acto que está prohibido por la Iglesia). El Papa Alejandro II culpó a los consejeros de Enrique de estos actos, excomulgándolos en 1073. Los conflictos de Enrique con la Iglesia y los duques alemanes, debilitaron su poder. A esto hay que sumar los constantes enfrentamientos con los sajones. Por otra parte, Enrique fue excomulgado en más de una ocasión por el Papa Gregorio VII, debido a los frecuentes nombramientos de clérigos de alto rango. Mientras tanto, los duques alemanes descontentos con Enrique, eligieron un antirey, Rodolfo de Rheinfelden, que poco pudo hacer frente a Enrique. La mayoría de obispos alemanes y del norte de Italia, permanecieron fieles a Enrique, eligiendo un antipapa llamado Clemente III, el cual coronaría emperador al monarca en 1084. Con el tiempo, para apaciguar su reino, Enrique no apoyó a nuevos antipapas e hizo las paces con el Papa Pascual II. En 1103 proclamó la primera paz imperial, extendida a todo el territorio de Alemania. En general, se trató de un monarca polémico, enfrentado con la Iglesia, con sus hijos, los duques alemanes y los reyes de Sajonia. Enrique murió en 1106 y fue sucedido por su hijo Enrique V, quien le obligó a abdicar.
Enrique V
El último emperador de la dinastía salia. Al igual que su padre, siguió con las pretensiones sobre el reino de Hungría en calidad de vasallo, como hacía con el principado de Bohemia. También como su padre, retomó la llamada querella de las investiduras, una larga campaña contra el papado por el derecho a investir feudos y personas. Este conflicto siguió la misma tónica que el reinado anterior: problemas con los papas que generaron el surgimiento de antipapas, lo que debilitó el poder del emperador y, a su vez, provocó revueltas en Sajonia y Turingia. En 1118 nombró al antipapa Gregorio VIII, aunque al no contar con apoyo suficiente, tuvo que firmar con el Papa Calixto II el Concordato de Worms, del año 1122, por el que se aceptó el compromiso de diferenciar la investidura de carácter laico, de la canónica. A partir de este momento, al monarca le correspondería la potestad de investir feudos civiles y, al Papa, feudos y cargos eclesiásticos. 3 años más tarde, en 1125, Enrique murió y fue sucedido por Lotario II.
Lotario II
Lotario fue proclamado, en primer lugar, duque de Sajonia en 1106. Años más tarde, al apoyar al Papa Inocencio II durante el Cisma de 1130, este lo coronó emperador en 1133. Su reinado fue breve, ya que murió 4 años más tarde, volviendo a Alemania tras la derrota en una batalla contra Roger II de Sicilia. Lotario llegó al trono imperial principalmente a través de la elección por parte de los príncipes electores del Sacro Imperio Romano Germánico. Fue elegido por estos líderes seculares y eclesiásticos en 1133. Sin embargo, después de su elección, recibió la coronación papal por parte del Papa Inocencio II, lo que otorgó una importante legitimidad religiosa a su posición como emperador. Su reinado estuvo marcado por los conflictos con la poderosa casa Hohenstaufen y su apoyo al Papa Inocencio II contra el emperador bizantino Juan II Comneno. Finalmente, Lotario murió en 1137, mientras cruzaba los Alpes de regreso a Alemania. Aunque Lotario quería que el Imperio pasara a manos de Enrique el Orgulloso, los Hohenstaufen terminaron haciéndose con el poder.
FIN
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