Reinado y muerte de Calígula: parte 2


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Historias de perversión

Hay numerosas fuentes acerca de los extravagantes y crueles actos de Calígula. Fuentes como Filón de Alejandría y Séneca el Joven, hablan de un emperador irascible, demente, caprichoso, derrochador y perverso sexual. Lo acusaban de acostarse con las esposas de sus súbditos, de matar por pura diversión, de provocar hambrunas al gastar todo el dinero en un puente flotante y querer erigir una estatua de sí mismo en el templo de Jerusalén, con el objetivo de ser adorado por todos. 

Sin embargo, fuentes posteriores como Dion Casio y Suetonio, escribieron relatos en los que se repiten acciones descritas por otros historiadores, añadiendo nuevos episodios de locura. Se acusó a Calígula de mantener relaciones sexuales con sus hermanas, Agripina la Menor, Julia Drusila y Julia Livila, a las que se dice que también obligó a prostituirse. También se habla de enviar a sus soldados a efectuar ejercicios militares absurdos y de convertir su propio palacio en un enorme burdel. La historia más famosa es aquella en la cual, el emperador convirtió a su caballo Incitatus en cónsul y sacerdote. Sin embargo, la validez de todas estas historias es cuestionable, ya que en la cultura romana, la demencia y perversión sexual iban de la mano a la hora de criticar a los malos gobernantes.  


Muerte de Calígula

Este emperador fue especialmente cruel con senadores y la orden ecuestre. Según el historiador Josefo, desde el Senado empezaron a sucederse las conspiraciones, una de las cuales terminó finalmente con su vida. En esta última conspiración, se vieron envueltos los pretorianos liderados por Casio Querea. Aunque el complot fue ideado por 3 hombres, muchos más miembros lo formaban, desde senadores hasta soldados y otros équites. Las motivaciones de Querea eran puramente políticas, aunque también afirma Josefo que Querea era frecuentemente ridiculizado por Calígula, tildado de afeminado y un recaudador de impuestos inútil. En enero del año 41, un grupo de pretorianos dirigidos por Querea abordaron a Calígula mientras el emperador se aproximaba a un grupo de actores que participaban en unos juegos. Querea fue el primero en apuñalar al emperador, seguido de sus conspiradores, como ya ocurrió siglos atrás con Julio César. Ambos, llamados Julio César, fueron asesinados de la misma manera, por 30 conspiradores que apuñalaron a la víctima. Cuando los guardaespaldas del emperador se dieron cuenta de que este estaba siendo atacado, Calígula ya estaba muerto. Presos de la ira, los guardaespaldas empezaron a matar a senadores, conspiradores e inocentes por igual. El Senado trató de revivir la República, mientras que Casio Querea intentaba convencer al ejército para que apoyara a los senadores. No obstante, los militares buscaron un nuevo emperador. Los conspiradores también asesinaron a la mujer e hija de Calígula y hubieran matado también al tío, aunque este se había escondido y fue encontrado por pretorianos. Tras haberse ganado el apoyo del ejército, Claudio fue proclamado emperador y, nada más subir al trono, el nuevo regente ordenó la ejecución de los asesinos de su sobrino.


FIN

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