Reinado de Tito
Imagen extraída de: https://es.wikipedia.org/wiki/Tito
Tito Flavio Vespasiano (de nombre igual que su antecesor) fue emperador desde el año 79 d.C. hasta su muerte en el 81. Este fue el segundo emperador de la dinastía Flavia, formada por 3 miembros de la misma familia directa: Vespasiano y sus dos hijos, Tito y Domiciano. Al igual que hiciera con su padre, Tito alcanzó gran renombre como militar antes de llegar al poder. Esta relevancia le llegó al comandar los ejércitos en Judea al mando de su padre, en la conocida como primera guerra judeo-romana (67-70). Esta campaña fue pausada debido a la muerte de Nerón en el 68 y, más tarde, Vespasiano fue proclamado emperador por sus soldados. Mientras Vespasiano se hallaba guerreando durante el año de los 4 emperadores, Tito se encargó de seguir con el conflicto de Judea, encargándose de sitiar y asediar Jerusalén. Conquistó la ciudad en el 70, saqueando y destruyendo el templo. Finalmente, Tito arrasó e incendió la ciudad. Por ello, al volver a Roma fue recompensado con un Triunfo. Bajo el reinado de su padre, Tito se ganó los recelos de ciertos ciudadanos de la Urbe debido a su servicio como prefecto del pretorio del emperador, además de la impopular relación que mantenía con la princesa judía Berenice de Cilicia, hija de Herodes Agripa I. A pesar de esta relación intolerable para los romanos, Tito gobernó con gran popularidad y fue considerado un buen emperador, al igual que su padre. Durante su reinado terminó la construcción del Coliseo de Roma. También ganó relevancia al ser generoso con las víctimas de los desastres que sufrió el Imperio durante su breve reinado, la erupción del Vesubio del año 79 y el incendio de Roma del 80.
Asedio de Jerusalén
Durante el conflicto civil en la ciudad, los judíos se habían dividido en dos facciones: los sicarios y los fanáticos. Tito aprovechó la ocasión para iniciar el asalto sobre Jerusalén. El general romano rodeó la ciudad con sus 3 legiones. Cortó la red de suministros y después permitió la entrada de algunos judíos para celebrar la Pascua, aunque luego les negó la salida. Mientras tanto, el ejército era acosado constantemente por los judíos y en una ocasión casi atrapan a Tito. Al ver que los judíos no se rendían, los romanos reanudaron las hostilidades y destrozaron las primeras capas de las murallas. Para intimidar a la resistencia, crucificaron a los desertores de Jerusalén y trataban de rendir la ciudad por hambre. Los judíos estaban al borde de la inanición, momento aprovechado por Tito para romper la ultima capa de la muralla, penetrando en la ciudad, capturando la Fortaleza Antonia y asaltando el gran Templo de Jerusalén. Aunque, según el historiador Flavio Josefo, Tito había ordenado no destruir el templo, un soldado lanzó una antorcha al interior y este ardió ràpidamente. La ciudad fue saqueada y más de un millón de personas, nuevamente afirma Josefo, fueron asesinadas en el asedio. Las restantes fueron esclavizadas y vendidas como esclavos por todo el imperio. Muchos judíos se esparcieron por el Mediterráneo.
Llegada a Roma
A su llegada, la primera acción del Senado y el pueblo romano, fue otorgarle a Tito un Triunfo, acompañado por Vespasiano y su hermano Domiciano. La procesión incluía tesoros, grandes cantidades de oro y plata, además de el Menorá y el Pentateuco, símbolos muy importantes para el pueblo judío. Se erigió el arco del triunfo de Tito en el foro romano conmemorando esta victoria. Durante el reinado de su padre, Tito fue nombrado hasta 7 veces cónsul, además de comandante de la guardia pretoriana, haciendo cada vez más sólida la posición de su padre como un monarca legítimo. Sin embargo, Tito se hizo famoso en Roma por las ejecuciones a personas sospechosas de traición. En el año 79 se destapó un complot dirigido por Aulo Cecina y Eprio Marcelo para derrocar a Vespasiano, Cecina fue invitado a una cena en la que fue asesinado de una puñalada en el corazón, probablemente bajo las órdenes de Tito. Por otra parte, como ya se ha mencionado, la reputación de Tito sufrió bastante debido a su relación con Berenice de Cilicia, la cual vivía en el mismo palacio imperial. Sin embargo, debido a la presión del pueblo romano, Tito y Berenice se separaron, aunque su imagen ya había quedado dañada.
Reinado
Tras la muerte de Vespasiano, Tito se convirtió en el nuevo emperador. A pesar de su mala imagen inicial, rápidamente se destacó como un emperador eficiente y capaz, muy querido por todos los romanos al cabo del tiempo. Uno de sus primeros actos como emperador fue el de ordenar públicamente un alto en los juicios basados en traición. Ningún senador fue asesinado durante su reinado. Los informadores públicos fueron castigados y desterrados de la ciudad y, como emperador, Tito se hizo conocido por su generosidad. Sin embargo y, como ocurrió con prácticamente todos los emperadores anteriores y posteriores, el reinado de Tito estuvo lleno de desafíos, si bien estuvo ausente de conflictos militares y políticos, una gran hazaña. Apenas dos meses después de su ascenso al trono, el Monte Vesubio entró en erupción, arrasando las ciudades de Pompeya y Herculano. El emperador designó a dos excónsules para llevar a cabo las labores de reconstrucción y excavación. Para ello, donó una gran cantidad de dinero del tesoro imperial con el fin de ayudar a las víctimas del volcán. El propio Tito visitó Pompeya tras la erupción. Durante una segunda visita a Pompeya, en Roma estalló un gran incendio que dejó en mal estado edificios como el Panteón de Agripa, el Templo de Júpiter y el Teatro de Pompeyo, entre otros. Mientras tanto, la guerra en Britania seguía gracias a generales como Cneo Julio Agrícola, quien estableció numerosas fortalezas en Caledonia. Tito también sufrió rebeliones, como la dirigida por Terencio Máximo, uno de los ''Nerones'' falsos que surgieron a lo largo de los años 70.
FIN
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