Reinado y muerte de Domiciano



Imagen extraída de: https://es.wikipedia.org/wiki/Domiciano


En cuanto a campañas militares, Domiciano pasó más tiempo defendiéndose que atacando, ya que rechazaba la idea expansionista del Imperio. Su aportación más importante fue el desarrollo de un Limes Germanicus, es decir, toda una serie de atalayas y murallas formando la frontera con la región de Germania que no había sido romanizada. Se construyeron numerosas torres de vigilancia a lo largo del río Rin para defender el Imperio. En la Galia los legionarios combatieron contra los catos, mientras que en el Danubio lucharon contra suevos, sármatas y dacios. La conquista de Britania siguió bajo el mando de Cneo Julio Agrícola, un buen general que conquistó Caledonia, la actual Escocia. Domiciano administró el ejército como había hecho con el sector administrativo de la ciudad. Sin embargo, no era un militar como fueran su padre y su hermano, y su falta de estrategia militar se convirtió en blanco de las críticas de sus contemporáneos. De toda manera, se ganó a pulso la lealtad de sus soldados, a fuerza de permanecer con ellos en las campañas de Britania, además de aumentar su sueldo.


Campaña contra los catos 

Para labrarse una reputación militar, Domiciano se embarcó, entre el 82-83, en una campaña contra la tribu de los catos, en la Galia. En un principio pretendía renovar el censo, aunque al llegar ordenó al ejército iniciar las maniobras militares. Sus hombres construyeron más de 75 kilómetros de carreteras para descubrir la posición del enemigo. La rápida vuelta del emperador a la Urbe indica que posiblemente obtuvo una rápida victoria. En Roma se organizó un Triunfo y se le otorgó el título de Germanicus. 


Conquista de Britania

Entre los años 77-78 tuvo lugar la campaña militar de Britania. Como se ha mencionado anteriormente, el general encargado de seguir la lucha contra los ingleses fue Agrícola, el conquistador de Caledonia. En el año 82 el comandante romano combatió a tribus hasta entonces desconocidas para Roma. Fortificó la costa orientada hacia Irlanda y refugió a un monarca irlandés para usarlo como excusa para tomar la isla. Al año siguiente Agrícola formó una flota y avanzó hacia el río Forth, en Escocia. A fin de obtener una cobertura defensiva, se cosntruyó la fortaleza de Inchtuthil. En el verano del 84 el comandante romano se enfrentó a las fuerzas caledonias lideradas por Calgaco en la batalla del Monte Graupio. Los romanos aplastaron a los indígenas, pero gran parte del ejército caledonio huyó y se refugió en los pantanos escoceses. Estos supervivientes fueron los que causaron problemas a Agrícola e impidieron que tomara toda la isla bajo control romano. En el año 85 Domiciano llamó a Agrícola a Roma. Agrícola fue recompensado con honores triunfales y en su honor se erigió una estatua. Poco después de que Agrícola llegara a Roma, Domiciano se embarcó en la lucha contra los dacios. A medida que este conflicto avanzaba, el emperador fue retirando soldados de terreno britano y destinándolos al este. Se abandonaron las fortificaciones de Caledonia y se terminó desplazando la frontera 120 km. al sur. 


Guerra contra Dacia

Esta fue la mayor amenaza que Roma soportó durante el reinado de Domiciano. En el norte de Iliria (regiones balcánicas) suevos, sármatas y dacios realizaban constantes incursiones a los asentamientos romanos situados a orillas del Danubio. Liderados por los reyes tribales, se internaron en la provincia de Mesia (región entre Serbia y Bulgaria) sembrando el caos entre los años 84-85. También asesinaron al gobernador de la región, Sabino. El emperador inmediatamente envió un ejército al mando del prefecto Fusco. Fusco hizo retroceder a los dacios a mediados del 85, aunque no fue un victoria definitiva. El emperador volvió a Mesia en agosto del 86, dividiéndola en Baja y Alta Mesia y trajo nuevas legiones a la zona del Danubio. Liderados por Lucio Tetio Juliano, los romanos volvieron a invadir Dacia en el 87 y derrotaron a Decébalo, rey dacio. Sin embargo, la situación se complicó cuando los dacios consiguieron derrotar a los romanos en Sarmizegetusa. Mientras tanto, tropas germanas habían roto la frontera alemana y, para evitar un conflicto en dos frentes, el emperador llegó a un acuerdo con el monarca dacio para firmar la paz. De esta manera, se garantizaba el libre acceso de soldados romanos a través de territorio dacio a cambio de un pago anual. Durante el resto del reinado de Domiciano, el territorio dacio se mantuvo relativamente pacífico como cliente del Imperio. Por desgracia para Roma, Decébalo derrochó el dinero en fiestas y construcción de defensas y volvió a desafiar a Roma en ocasiones posteriores. La decisiva victoria sobre los dacios no tendría lugar hasta el año 106, con el emperador Trajano. El ejército de Domiciano sufrió duras pérdidas, aunque consiguió conquistar la ciudad de Samizegetusa, además de las minas de oro y plata situadas allí. 


Revuelta de Saturnino

El reinado de Domiciano no estuvo exento de conspiraciones, algunas más relevantes que otras. En el año 89, el gobernador de Germania Superior, Lucio Antonio Saturnino se rebeló junto con las dos legiones estacionadas en Mogontiacum (Maguncia). Se trató de una revuelta organizada con gran preparación, además de contar con ayuda de los catos. Los oficiales romanos criticaban la decisión del emperador de fortificar la frontera germana en lugar de atacar a las belicosas tribus que allí vivían. Por otra parte, también causó gran impopularidad la decisión de retirar los soldados de la frontera britana y el posterior acuerdo de paz con Decébalo. La noticia del levantamiento rebelde pronto suscitó propuestas en territorios vecinos, como el procurador de Recia Tito Flavio Norbano. Para sofocar las revueltas, el emperador envió a un general importante llamado Trajano. Trajano acudió desde Hispania y se unió a Domiciano junto con sus pretorianos. Por suerte, gracias a un deshielo los catos no pudieron cruzar el Rin para ayudar a Saturnino, por lo que en 24 días los rebeldes fueron aplastados y sus líderes duramente castigados. Las legiones de Saturnino fueron enviadas a Iliria, mientras que los soldados vencedores fueron generosamente recompensados. Por su parte, Domiciano inició un consulado compartido con Nerva, quien había desempeñado un importante papel en el desenmascaramiento de la conspiración. 


Relaciones con el Senado

Durante el reinado de Domiciano, la autoridad del Senado había quedado muy reducida. Además, el emperador ya había dado muestras de un fuerte carácter y autocracia. No le gustaban los aristócratas y no tenía miedo en mostrarse cruel. Su gobierno supuso una total anulación del poder senatorial, pues sus decisiones se basaban en los consejos de un grupo de asesores y caballeros a los que se les otorgaron magistraturas estatales. Buena prueba de la relación entre Domiciano y el Senado fue la ejecución de una damnatio memoriae aplicada a la muerte del emperador. Domiciano no dio demasiadas muestras de mostrarse conciliador con las facciones hostiles del Senado. Cuando había problemas para manejar a sus enemigos, estos eran ejecutados o exiliados y sus bienes confiscados. Historiadores como Suetonio o Tácito indican que hubo una escalada en las persecuciones políticas hacia el final de su reinado, llegando a un punto crítico durante la rebelión de Saturnino. En el año 93 se condenó a muerte a numerosos opositores políticos e ideológicos, entre los que se encontraban familiares de Domiciano. Este nunca consiguió el apoyo de la clase aristocrática y mantuvo un sistema de gobierno autocrático. Por otra parte, su tibieza frente a la realeza y al patriciado, también le valió el desprecio del pueblo. 


Muerte de Domiciano

El emperador fue asesinado en el año 96 debido a una conspiración palaciega urdida por unos oficiales de la corte. El líder de los conspiradores era el chambelán imperial. Este oficial se había enemistado con el emperador por la ejecución de su secretario Epafrodito. El día del asesinato se cerraron las puertas de los cuartos de los sirvientes imperiales. El personal del emperador llevaba espadas y dagas ocultas y apuñalaron a Domiciano en cuanto tuvieron ocasión. Sin ceremonia alguna arrastraron el cuerpo y lo quemaron.


FIN

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