Trajano contra Dacia



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La campaña militar que terminó de elevar a Trajano al máximo nivel como general, fue la guerra que mantuvo contra los dacios. Dacia era lo que hoy es Rumanía, una región en medio de los Cárpatos. El primer enfrentamiento importante entre romanos y dacios tuvo lugar en el año 87 d.C., iniciado por Domiciano. Este envió al prefecto del pretorio Cornelio Fusco, el cual cruzó el Danubio con 5 legiones por un puente hecho con barcazas alineadas y avanzó hacia Banato. Sin embargo, los romanos fueron emboscados por los dacios en Tapae. Una de las legiones fue aplastada y Fusco sacrificado. El general dacio victorioso se llamaba Decébalo. Domiciano no había conseguido someter a los dacios, por lo que estableció un acuerdo de paz, acuerdo que fue roto por Decébalo en el 89.

Trajano fue el primer emperador en llevar a cabo las guerras ofensivas, ya que desde tiempos de Augusto, el Imperio se había centrado en mantenerse dentro de unos límites y dedicarse a defenderse, a excepción de la conquista de Britania durante el reinado de Claudio. En marzo del año 101, Trajano inició su primer enfrentamiento contra los dacios liderados por Decébalo. Cruzó la orilla septentrional del Danubio por un puente de piedra que él mismo había construido. Luego cruzó las Puertas de Hierro (un desfiladero en el Danubio) y se dirigió a la capital dacia: Sarmizegetusa. El emperador inició el ataque con 4 legiones, derrotando a los dacios cerca de un puerto llamado Tapae, en la llamada segunda batalla de Tapae. Las tropas de Trajano quedaron debilitadas en el enfrentamiento, por lo que decidió no insistir el resto del año para poder curar a los heridos, recibir refuerzos y reagruparse. Durante el invierno del año siguiente, Decébalo llevó a cabo el contraataque cruzando el Danubio corriente abajo, aunque fue rechazado por los romanos. Trajano se adentró más allá de territorio enemigo y forzó a Decébalo a someterse al año siguiente, después que el romano acampara a pocos kilómetros de Sarmizegetusa. Al volver a Roma, recibió el título de Dácico junto con un Triunfo. No obstante, Decébalo, al que habían dejado a libertad, en el año 105 emprendió una nueva invasión contra los romanos intentando levantar a algunas tribus del norte del río contra Roma. Trajano se puso nuevamente en marcha, partiendo desde Ancona y llegando hasta las costas del Danubio. En esta ocasión se trasladaron 13 legiones para someter definitivamente al enemigo. Además, hizo crear dos nuevas legiones y, junto con Apolodoro de Damasco, construyó un puente sobre el Danubio. Finalmente conquistó Dacia en el año 106, a pesar de la gran energía y fuerza de los dacios, guerreros que si no caían en batalla, se suicidaban. El avance del ejército romano hacia Sarmizegetusa fue implacable, llegando a la ciudad y arrasándola. Decébalo se suicidó y su cabeza cortada fue exhibida en Roma en los escalones que llevaban al Capitolio. Gracias a esta victoria, Roma se apoderó de las minas de oro de Dacia. Estas campañas militares se encuentran esculpidas en la famosa Columna Trajana, erigida en el foro de Trajano. 


Otras expansiones territoriales

A parte de ganar territorio en los Cárpatos, Trajano llevó a cabo la anexión del reino nabateo (actual sur-este de Isarel, Jordania y Medina), debido a la muerte de Rabbel II Sóter, rey cliente de Roma. En el año 107 los legionarios se reunieron en la zona de Petra, conquistando fácilmente la región y cambiando su nombre a Arabia Pétrea, provincia romana. Con esta anexión, el imperio se aseguraba la continuidad territorial entre Egipto y las regiones asiáticas. De esta manera, todo el Mediterráneo quedaba bajo poder romano, convertido en una especie de lago privado y siendo llamado Mare Nostrum


Periodo de paz y reformas

Durante 7 años, Trajano gobernó en Roma sin tener que enfrentarse a posibles enemigos. Durante esta época mantuvo correspondencia con Plinio el Joven. En esta época se empezó a tratar la cuestión de la religión cristiana, ya que los cristianos seguían siendo un culto mayormente minoritario y perseguido o, en su defecto, ilegalizado. Trajano construyó varios edificios, sobre todo carreteras y edificios en Italia e Hispania. El monumento más destacable fue la columna que conmemoraba sus victorias en Dacia. También embelleció la Vía Trajana con algunos arcos del triunfo. Su Triunfo se celebró en el 107, al volver de Oriente. Se celebraron fastuosos espectáculos: juegos de gladiadores en el Coliseo durante 3 meses, combinados con carreras de caballos, luchas de animales, etc. Trajano también se centró en los alimenta, un programa para ayudar a los niños huérfanos y los pobres de todo el Imperio, sufragado con los fondos obtenidos de las campañas dacias. De esta manera se demuestra que el emperador se preocupó por embellecer la capital, cuidar a sus habitantes y expandir las fronteras. Fue un estadista prudente y un filántropo, interesado en la reforma social y política. Prohibió las acusaciones anónimas y las condenas con falta de pruebas sólidas. También organizó el sistema burocrático y promulgó leyes a  favor de la pequeña propiedad campesina, amenazada por la expansión de los latifundios. También favoreció a los campesinos libres en Hispania, invirtiendo en capitales y proporcionando a los colonos los medios para su subsistencia y trabajo en los campos. A cambio, los colonos invertían parte de sus cosechas como pago de la deuda. Este sistema fue conocido como colonato, consistente en que el estado debía proteger a estos colonos de los recaudadores de impuestos y que los latifundistas exigieran más de lo debido reduciendo a la miseria o esclavitud a los colonos. Por otro lado, también debía proteger a los colonos de los bandidos y los invasores, los cuales obligaban a los campesinos a dejar tierras sin cultivas y emigrar a las ciudades. Para evitar este creciente declive de la agricultura itálica, Trajano impuso a los senadores que invirtieran en Italia la tercera parte de sus capitales. 

Otra medida impuesta fue la imposición de límites a los emigrantes, incentivando la presencia de la clase social empresarial y la mano de obra en una Italia que iba perdiendo su centralidad y corría el riesgo de entrar en decadencia. Redujo la carga fiscal y utilizó parte del tesoro para construir colegios y orfanatos para los hijos bastardos de los soldados, garantizándoles una paga mensual y una instrucción adecuada.


FIN

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