Mito fundacional de Roma: el nacimiento de la más grande de las civilizaciones antiguas
ROMA SE FUNDÓ EL 21 DE ABRIL DEL AÑO 753 A.C.
Fragmento del mosaico del pavimento (loba capitolina amamantando a Rómulo y Remo), Duomo di Siena, L. Maccari (1865). Puedes encontrar más información en la web Finestre sull'Arte.
Toda buena historia siempre empieza con una frase de esas que no se te olvidan fácilmente, ¿verdad? Algo tipo ''En un agujero en el suelo, vivía un hobbit''.
La Antigua Roma es fascinante... pero, en lugar de agujeros y hobbits, esta historia empieza con la destrucción de una ciudad legendaria; una ciudad que, durante mucho tiempo, se creía fruto de la fantasía del escritor griego Homero y sobre la cual no profundizaremos en esta entrada. Efectivamente, hablamos de la ciudad de Troya (fig. 1), cuya historia puedes encontrar en este enlace. Ya desde sus inicios, los caminos de la cultura griega (en realidad se la conocía como cultura helénica, porque en esa época Grecia no se llamaba así, sino que era la Hélade y los que vivían en la Hélade eran los helenos) y la cultura romana se encuentran gracias a Eneas (fig. 2), un personaje importante tanto para griegos como para romanos (son todos humanos...toma referencia a las Bistecs. Qué quieres que haga, estoy en la carrera de Historia del Arte y aquí están todos esnifándose los vídeos de estas tipejas) por que, precisamente, Eneas participa en la historia de la Odisea, obra griega y punto de partida de la historia de Roma.
Resulta que Eneas huye de Troya junto con su hijo Ascanio y su padre Anquises alrededor del año 1184 a.C. Vale, llegados a este punto, hay un confuso salto en el tiempo 30 años después, aproximadamente, cuando Ascanio funda una ciudad llamada Alba Longa (figs. 3 y 4), cerca de la zona del Lacio (la provincia donde está Roma, vamos) convirtiéndose en el primer rey de esta ciudad.
Figura 3. Localización de la ciuda de Alba Longa. Imagen extraída de la web Bocados de Italia.
Figura 4. Localidad de Castel Gandolfo y el lago Albano, lugares donde se supone que se encontraba la ciudad de Alba Longa. Imagen extraída de Wikipedia.
Volvemos con otro salto en el tiempo, 4 siglos más tarde. En Alba Longa, las cosas han cambiado; encontramos nuevos personajes: el rey Numitor y su hermano Amulio, un tío sediento de poder...ejem ejem su hermano es rey...no hace falta que te diga más, los dos sabemos cómo va a terminar el tema. Efectivamente, Amulio se carga a todos los hijos varones del pobre Numitor y convierte a su única hija, Rea Silvia, en virgen vestal (una especie de monja); valiéndose del voto castidad de esta, evitaba que hubiera descendencia que le pudiera arrebatar el trono en el futuro. Es curioso cómo esta leyenda se parece tanto al mito romano del dios Saturno y sus hijos, cuya mejor representación la encontramos en la pintura de Francisco de Goya (fig. 5). El mito lo puedes encontrar en este sitio.
A partir de este punto, los límites de fantasía y ''realidad'' se van un poco al carajo, porque resulta que el dios Marte se enamora de Rea Silvia, la deja embarazada y de ese embarazo nacen los famosos Rómulo y Remo. -¿Y ahora qué pasa Marcos? Cuéntamelo ya, que me estoy haciendo caquita encima de los nervios-. Vamos a ver, te me relajas, que ya prosigo con mi relatación. Resulta que, cuando el hermano malo de la historia se entera de este nacimiento, trata de asesinar a los dos bebés, pero su madre Silvia los abandona en una cesta que va flotando por el río Tíber, hasta que se detiene en una orilla y son encontrados por un animal, concretamente, una loba llamada Luperca. ¿Quién le puso el nombre? ni idea. ¿Por qué esta parte de la leyenda se parece tanto al pasaje bíblico de Moisés, Egipto y la cesta? ni idea x2. Es una leyenda que mezcla más fantasía que realidad, qué le vamos a pedir. Evidentemente, aquí hay algo que no cuadra por mera inverosimilitud, aunque eso te lo explico en esta otra entrada. Total, que la ''loba'' los amamanta hasta que son recogidos por un ser humano, el pastor Fáustulo (o Fausto según donde leas), el cual, a su vez, los cría en su casita en medio del bosque.
Años más tarde, los niños ya son adultos y el pastor les revela su procedencia. Los jóvenes montan en cólera, vuelven a Alba Longa, le dan lo suyo al tirano de Amulio y le devuelven el trono a su abuelo Numitor. El anciano, feliz de recuperar a sus nietos (y su trono), les regala una gran extensión de tierra al norte de Alba Longa, en la misma región del Lacio, que eran de este rey. Los dos hermanos marchan a fundar allí su propia ciudad (porque eso es lo que hacían los jóvenes en la antigüedad, y no estar todo el día mirando las pantallitas y persiguiendo las faldas de las mozas millenials). Total, que la futura ciudad se encontraba en un terreno rodeado por 7 colinas (fig. 6), o sea, una geografía accidentada llena de subidas y bajadas. Ahora bien, volvemos a lo que ocurre siempre cuando dos hermanos quieren algo; efectivamente mi brother: se pelean y no se ponen de acuerdo. Total, que cada hermano quería fundar la ciudad en una colina diferente. Rómulo quería fundar la ciudad sobre la colina del Palatino y Remo sobre el Aventino. Para resolver el tema, llevan a cabo una competición: quien viera más buitres pasar cerca de su colina, ganaría el derecho de fundar en dicho sitio (no como ahora, que las competiciones son a ver quién se pone más morado de alcohol y pierde el conocimiento antes).
Figura 6. Las siete colinas de Roma, con el Tíber a mano izquierda y la isla tiberina sobre el río. Imagen extraída de la web A Tour Guide in Rome.
Total, que Rómulo se lleva la palma con 12 buitres, mientras que Remo solo consiguió avistar a la mitad de pájaros. Ambos hermanos descienden sus respectivas colinas y Rómulo traza un perímetro alrededor del Palatino, marcando un límite sagrado, el pomerium, bajo el cual quien cruzara dicha línea, moriría a manos de su fundador (o eso dice la leyenda). Habiendo sido derrotado y sin posiblidad de ser el fundador, Remo se cabrea de verdad y le da por vacilar a su hermano; cruza el límite prohibido y Rómulo asesina a su Remo para dar ejemplo a la gente que había alrededor; por que claro, antes de fundar la ciudad, se habían rodeado de personas que querían empezar una nueva vida y formar parte de algo. Estos primeros colonos eran personas que partieron de Alba Longa con los dos hermanos.
Y así es como nace Roma, una ciudad legendaria con una historia muy interesante, cuyo mito fundacional ya se asienta sobre el fratricidio, la violencia y la muerte, algo que, como iremos aprendiendo, se irá repitiendo por los siglos de los siglos, Amén Jesús.
P.D.: Lo que aquí se ha explicado es solamente un mito, una leyenda, la forma fantástica (no fantástica de positiva, sino fantástica en el sentido de algo fantasioso, irreal) en que los romanos explicaban el origen de su civilización. De hecho, les interesaba contarlo de esta manera, ya que, en el nacimiento de su civilización, intervinieron los designios divinos (recordamos a Marte y lo que le hizo a la pobre Silvia), como si Roma hubiera nacido de la voluntad imparable de un dios, algo contra lo que no se podía combatir. En realidad, y como cualquier persona con cierto raciocinio puede llegar a adivinar, Roma no nació de Marte ni Eneas ni ninguna historia épica o fantástica. Pero eso es otra historia (psst, puede que encuentres algo sobre eso pinchando aquí).
Bibliografía
- Grimberg, C. (1985). Historia universal Roma. (Vol. 3). Daimon.
Webgrafía
- Sobre las páginas web que he utilizado ya he ido dejando sus respectivos enlaces en los pies de foto o durante la narración de los hechos; me da una pereza tremenda ir de uno en uno citando cada web en esta sección, por lo que las fuentes las tenéis, aunque no estén citadas como Dios manda, cosa que me la viene a sudar un poco. Hala, hasta luego.
FIN
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